El hombre está en su despacho del Concejo Deliberante y no ha dormido en toda la noche. Hace menos de 24 horas se convirtió en el remplazante, hasta diciembre de 2015, de Víctor Fayad, el fallecido intendente de la Ciudad de Mendoza.
Todavía le cuesta hablar en pasado de su amigo y jefe político, y muchas veces durante la entrevista se le escapa “él es” a la hora de describirlo.
En su escritorio tiene las hojas del discurso que leerá al finalizar el velorio. “No he dormido nada, recién anoche pude escribir esto. No lo hice antes porque sentía que lo hubiera traicionado”, cuenta Rodolfo Suárez, presidente del Concejo Deliberante y el sucesor “entrenado” por el mismo Fayad.
-Usted estuvo todos estos días con él.
-Sí, te diría que desde hace dos meses tuvimos una relación más humana, aunque siempre fuimos muy amigos. Estuve acompañándolo siempre desde el momento que él anunció que los resultados y el tratamiento no eran los esperados. A partir de esto estuvimos más cerca.
-¿Cómo se vivía esta relación de amigos?
-Se traducía en que dos o tres veces por semana lo buscaba para ir a cenar, con tres o cuatro amigos más, que era cuando hablábamos de todo, pero de todo. Ahí veíamos que su situación iba empeorando. En cuanto a la gestión, he estado permanentemente a su lado. Venimos gobernando desde hace años.
-¿Él dejó alguna recomendación especial?
-Voy a contarte lo que hizo él para que te des cuenta de lo que es Fayad. El viernes 1 inauguramos la plaza Sarmiento y el martes previo él me llamó a las 10 de la noche y me dijo: “Vas a tener que ir a inaugurar la plaza vos”. Yo le pregunté cómo y me contestó: “Preparate. En realidad te llamo para decirte que estoy tranquilo y no tengo nada para decirte, que vos sabés lo que tenés que decir y hacer”.
Me quedé helado. Yo estaba esperando que él me llamara para darme una lista de cosas para hacer y no me dijo nada. Hay mucha gente que viene y me dice “Fayad me dijo tal cosa” y yo les digo: “A mí no me dijo nada” (en este momento se quiebra). ¡Me dio la responsabilidad!
-Usted ha hecho referencia a esta responsabilidad...
-Es terrible, es una ciudad muy grande e importante del país. Aparte es suceder a Víctor Fayad, un monstruo, un grande. Es un ícono entre lo que era gobernar de una manera u otra. A él empezaron a copiarle intendentes de todo el país.
Él demostró que acá se puede gobernar y hacer cosas. En su primera intendencia tuvo las plazas, la Peatonal, hizo una obra visionaria que es el canal que evitó las inundaciones de la Cuarta Sección.
Ésa fue la mejor obra que hizo. Se solucionó el problema de inundación de Mendoza. Antes la calle San Martín era un río y él solucionó el problema. Muchas veces decía que tenía un solo contrato y era con el vecino.
-Eso muchas veces le valió calificativos; últimamente se lo consideraba kirchnerista.
-Mirá, el asfalto está, las plazas están, la calle Godoy Cruz la vamos a abrir, todas las calles de La Favorita tienen asfalto. Está ahí.
-Su pelea era siempre por Capital...
-Esto es como la familia de uno. Yo tengo que salir a trabajar para mis hijos. Su vida era esto, trabajar para el vecino. También era difícil estar al lado del Viti. Era un tipo que mandaba.
Últimamente algunos no veían la presencia de él y se relajaban. Es lo que nosotros tenemos que reforzar ahora y yo te aseguro que voy a ser el primero en llegar y el último en irme.
-Es un liderazgo que será difícil de remplazar.
-Él era Messi, yo voy a tratar de correr como Mascherano, de poner toda la capacidad de trabajo que uno tiene. Yo tengo que honrar esto. Voy a ser el primero en llegar, el último en irme y de ahí va a tener que arrancar todo.
-¿Va a cambiar algo con su impronta?
-Yo soy muy distinto al Viti. Ésta es la paradoja de la cuestión. Él era un tipo muy combativo, yo soy muy dialoguista, del consenso, y así hemos andado.
Yo fui el que retornó al partido, hicimos la lista unidad por la que fui candidato y él me escuchaba mucho en eso. Como todo ser humano también se equivocaba, pero él en esto me apoyó y hoy tiene la bandera radical en el féretro.
-En la complementariedad que usted señala ¿él respetaba esa característica suya?
-Sí. Yo le decía todo y él también me decía todo, pero nos queríamos mucho. Un cariño muy grande, o sea era mi amigo, éramos amigos. Mi mejor amigo era el Viti y de ahí empezamos toda la vida.
-¿Hace cuántos años que se conocían?
-Hay una anécdota que cuento siempre (se vuelve a emocionar): yo tenía 23 años, mi papá había fallecido y tenía un hijo de un año. Teníamos un amigo en común y nos conocíamos de la militancia.
Él me dice: “Vení, vas a ser secretario del bloque radical”. Para mí era un sueño y una responsabilidad muy grande. “Pero te tenés que recibir”, me dice y bueno yo me recibí, armé mi familia, mi estudio y trabajé en política desde el punto de vista técnico; soy abogado y asesor.
En 2010 me dijo que iba a ser concejal. Yo le dije que era tímido y me costaba, pero él me empujó y yo arranqué, y ahora estamos en esta etapa de exposición.
-¿Cuál es su principal desafío desde ahora como intendente?
-Es honrar el contrato que Fayad tenía con los vecinos y tratar de concretar lo que tanto pensamos juntos, que tiene que ver con una ciudad inteligente, inclusiva.
Yo voy a trabajar mucho para que nos integremos con los otros departamentos. No podemos tener políticas aisladas cuando ingresan a Capital 500 mil personas por día.
Tenemos que tener políticas en conjunto y más el año que viene, cuando esté la concesión del transporte público de pasajeros. Nosotros tenemos que tener un rol fundamental en ese tema. Me voy a abocar muchísimo a la limpieza.
También está el Parque Cívico. Nadie sabe que no es de la municipalidad. Tenemos que avanzar en calle Pedro Molina. Nosotros nos queremos hacer cargo para embellecer la zona. También abrir calle Godoy Cruz y seguir potenciando a Mendoza a nivel mundial.