Rodolfo Lafalla es el último integrante que asumió en el gabinete provincial “más propio” del gobernador Francisco Pérez, con el que se intenta revertir el grado de relación entre la Casa de Gobierno y la ciudadanía, de cara a 2015. Al igual que su nuevo compañero de gabinete en Salud -Matías Roby, que asumirá mañana- tiene la misión de “acercar el Estado a la gente” (uno en los hospitales el otro en la Justicia) acordando soluciones prácticas de funcionamiento que resuelvan situaciones cotidianas.
El nuevo ministro de Trabajo, Justicia y Gobierno se plantea “el diálogo como herramienta” y se muestra predispuesto a intentar acuerdos “con todos”. Incluye en esa pretensión a las dos figuras de negociación más dura para el Gobierno: la sindicalista de ATE, Raquel Blas y el intendente radical de Godoy Cruz y aspirante a la gobernación, Alfredo Cornejo.
Su misión consiste en instalar un diálogo político “con metas” que permita alcanzar acuerdos sindicales, judiciales y productivos que viabilicen la marcha de la provincia por los próximos dos años. Cuenta para ello con dos colaboradores de peso: Mauricio Guzmán y Roberto Domínguez. Se apoya en el vínculo directo que mantiene con el Gobernador.
Debe acordar e impulsar la Ley de Aguas; el Código Procesal Laboral y un proyecto sobre pequeñas causas que agilice el funcionamiento de la Justicia; establecer asesorías o gestorías gratuitas en los Consejos de Abogados y abrir ventanillas de Personas Jurídicas en las entidades de contadores y escribanos; poner en funcionamiento “inspectores sindicales” contra el trabajo en negro y encauzar paritarias conducentes.
Para encarar todo eso, deberá olvidarse de compensaciones monetarias: Lafalla acaba de perder treinta y cinco mil pesos de sueldo por mes por su cambio de responsabilidades desde el apacible directorio de YPF, al más trajinado gabinete de Pérez.
- ¿Es posible conseguir acuerdos con Cornejo y con Blas?
- Sí, siempre es posible. Yo estoy dispuesto a tener un diálogo amplio y lo propongo como herramienta para solucionar los problemas de Mendoza en un año difícil. Por supuesto también depende de ellos. Yo tengo toda la buena voluntad pero no alcanza. También depende de ellos. Uno puede tener la mejor predisposición pero todo depende de lo que ellos planteen.
- ¿Cómo se lleva con Cornejo?
- Con Alfredo Cornejo me une una buena relación, cordial y de mutuo respeto y las veces que he estado con él hemos podido arribar a posiciones conciliadoras
- ¿Y con la UCR en general?
- Valoro mucho el gesto de la UCR con la concurrencia de su presidente, Sergio Pinto y algunos legisladores durante mi asunción. El viernes también recibí una llamada del presidente de la UCR nacional, Ernesto Sanz. Tengo una buena relación con él. Mendoza es una provincia donde se puede convivir, donde los enemigos son los problemas y no los adversarios políticos. Trabajaremos las diferencias y para ello hay que sentarse a conversar. Lo mismo digo para los demócratas. Soy respetuoso de la institucionalidad de la provincia y de la racionalidad de las fuerzas políticas. Estoy dispuesto a abrir un diálogo político cuyo rumbo lo va a ir marcando el Gobernador.
- La UCR dice que se agota el ciclo del PJ en Mendoza.
- En los últimos años en las elecciones intermedias al justicialismo no le ha ido bien, pero luego en las de gobernador ha terminado ganando. Ésta es una carrera que recién comienza. De acá a 2015 falta muchísimo y yo creo que nos puede ir mucho mejor o mucho peor. Todo depende de las cosas que hagamos. Si nos esforzamos en favor de la gente, vamos a volver a fortalecer el lazo que el justicialismo tiene con una comunidad que suele votarnos y volver a tener un gobernador justicialista. Ahora si no lo hacemos, seguramente habrá un resultado negativo para nosotros.
- Hoy ¿qué se ve?
- Que tenemos dos años para trabajar. Yo tengo confianza y una expectativa favorable en Paco que es una persona que está dispuesta a todo por Mendoza. Las expectativas son positivas, pero con el mazo dando y a Dios rezando.
- ¿Y respecto de Blas?
- La semana que viene nos reunimos con la CTA de ATE, Ampros y Judiciales. El viernes estuvimos conversando con dirigentes de la CGT por la mañana y de la CTA del SUTE y APEL por la tarde.
- ¿Bien entonces con Blas y con Cornejo?
- Sí, claro.
- ¿Y dentro del PJ, son posibles los acuerdos?
- Yo tengo una relación de compromiso personal con el Gobernador pero no me ha designado para armar el “partido del gobernador” sino para ser un ministro del gobierno que él preside, que es el de todos los mendocinos.
- ¿Tendrá colaboradores de distintas líneas internas del PJ?
- Totalmente, así está planteado. La idea es hablar con los distintos sectores del justicialismo y si alguno me plantea alguna posibilidad de este tipo la veremos. La idea es estar abierto al justicialismo en su conjunto. No va a ser un ministerio cerrado a un sector.
- ¿En qué situación están los subsecretarios Ronda, Pringles y Lacoste?
- Ellos siguen en sus lugares y continúan trabajando hasta que se produzcan confirmaciones o remplazos. Lo iremos viendo con el Gobernador e iremos hablando. Oportunamente se harán los anuncios.