Mendoza es una de las provincias argentinas con más hitos históricos, dignos de promover un verdadero plan de turismo temático. Sin embargo, no hace los suficientes méritos para lograrlo.
Todas las batallas ocurridas en el territorio nacional por los ideales para forjar un país fueron importantes, para unos o para otros. El solo hecho que se pierdan vidas de hombres comprometidos con sus pensamientos las hacen importantes, pero algunas son un hito en el camino y otras son el fin del camino o al menos de una etapa de éste.
La Batalla de Rodeo del Medio, que se llevó a cabo el 24 de setiembre de 1841, fue un combate feroz entre el ejército "federal" de Ángel Pacheco, que defendía la provincia de Mendoza, y el "unitario" dirigido por Gregorio Aráoz de Lamadrid, que avanzaba desde Tucumán.
El significado histórico que se debe resaltar es que la Batalla de Rodeo del Medio ganada por los "federales" fue el final de la Coalición del Norte y la última de las luchas entre estas facciones por una década.
Ésta garantizó a Rosas el dominio del territorio hasta la Batalla de Caseros en 1852.
De allí resalta la importancia geopolítica de la misma para promover su conocimiento en el ámbito del turismo histórico de la provincia.
El lugar donde murieron muchos argentinos (400 unitarios y 18 federales), y que significó tanto para nuestra historia, tenga un "recordatorio" tan pobre y olvidado, (que tan sólo es mantenido "dignamente" por los alumnos de una escuela cercana al mando de un buen maestro), es por lo menos motivo de sentir vergüenza ajena.
Hoy el "monumento" (un corral desvencijado de 20 m x 5,50 metros), es prácticamente imposible de encontrar, y mucho menos de motivar a alguien para visitarlo.
Lo peor de todo es que las autoridades con responsabilidad sobre el lugar histórico son lo suficientemente desaprensivas como para que algún viajero encuentre el sitio.
Seguir estas instrucciones sería una verdadera aventura, ya que a su vez las señales viales para arribar al lugar son escasas y confusas.
Las páginas Web informativas oficiales, al referirse a cómo llegar al predio, están llenas de inexactitudes, tanto de la descripción de la épica como de la ubicación.
Pocos podrán llegar al lugar con esas indicaciones, y hasta es mejor que no lo hagan para no sentir vergüenza ajena.
Por otra parte, la Junta de Estudios Históricos de Mendoza Filial Maipú, en 2014, promociona el lugar en internet diciendo: “Sobre esos terrenos, en el presente convertidos en vergeles merced al trabajo tesonero del hombre, ha quedado la cruz como testimonio indicativo a vecinos y viajeros de uno de los más crueles enfrentamientos sostenidos en el trayecto de las contiendas civiles en nuestro país”.
Por resolución oficial, la entidad precedentemente citada tiene la responsabilidad del cuidado y conservación del sitio, el cual se encuentra convenientemente acondicionado con sus puentes, senderos y jardines que sirven a las anuales evocaciones que allí se realizan.
La cruz que se conserva como "motivo recordatorio" es mejor que la olviden, ya que es una falta de respeto.
Lejos de estar convenientemente acondicionado por "vergeles" con "senderos, jardines y puentes", el espacio, es un corral con síntomas de abandono, sin jardines.
El "lugar histórico" (que recién se reconoce 133 años después de ocurrido el hecho), se debe respetar y mantener dignamente y no proclamar a viva voz sin compromiso alguno.