En lo que respecta a cazadores de cabezas implacables del mundo de los insectos, las apariencias pueden ser engañosas. Tomemos por ejemplo las diminutas y aparentemente modestas moscas tropicales que se ganan la vida cortando cabezas a hormigas, como se acaba de informar en Biodiversity Data Journal.
En el nuevo estudio, científicos grabaron tres especies de moscas jorobadas, del deficientemente conocido género dohrniphora, decapitando hormigas de mandíbulas trampa en las selvas del Brasil y Costa Rica.
Este comportamiento previamente desconocido fue captado en cámara por un equipo encabezado por Brian Brown, director de Entomología en el Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles.
Una mosca hembra usa una probóscide súper larga que en la punta tiene un afilado órgano de cortar para sacar quirúrgicamente la cabeza de la víctima. Después, la mosca se lleva la cabeza y se alimenta de la sustancia pegajosa y del cerebro o deposita un huevo adentro.
La cabeza ciertamente constituye un excelente caparazón para que se desarrolle la larva, así que quizás ese sea el motivo por el que, de hecho, atacan las cabezas”, indica Brown.
Las moscas hábilmente evitan resultar aplastadas por las hormigas de mandíbulas trampa (que son mucho más grandes) apuntando a aquellas que resultan lesionadas en batallas entre colonias, explica.
Brown precisa que las minicirujanas olfatean sus mutiladas víctimas usando “las feromonas de alarma que producen las hormigas cuando están peleando”.
Moscas desprende-cabezas
Otra mosca jorobada de Sudamérica también practica la decapitación, pero usando un método completamente diferente.
Especies como la pseudacteon obtusus inyectan sus huevos en el cuerpo de una hormiga. Luego que eclosiona el gusano de la mosca, se abre paso hasta la cabeza de la hormiga y empieza a comerse el contenido. Una vez ahuecada, la cabeza se desprende, dando al gusano el lugar perfecto para convertirse en pupa y hacerse adulto.
En lo que respecta a si el gusano controla el comportamiento de la hormiga al meterse dentro de su cabeza, como lo hacen otros parásitos, “nadie lo sabe a ciencia cierta”, considera Brown. “No hemos estudiado muy bien estas moscas”, precisa.
Escarabajos peloteros mortíferos
Entre los escarabajos peloteros también hay algunos cazadores de cabezas inesperadamente consagrados.
Uno de estos escarabajos comedores de estiércol convertido en depredador es el canthon virens, una especie que caza hormigas reinas cortadoras de hojas.
En un comportamiento informado por primera vez en 2012 en Brasil, un escarabajo hembra arremete desde arriba y, luego de un forcejeo, decapita a la reina.
Después, la escarabajo se lleva rodando la cabeza y procede no solo a enterrarse ella misma con el premio sino también con un pretendiente, proceso que tarda hasta 12 horas. Se depositan huevos y la cabeza de la reina se convierte en una despensa subterránea para los jóvenes escarabajos.
Si las hormigas parecen injustamente asediadas, considere el caso de otro escarabajo pelotero, el deltochilum valgum, que se especializa en decapitar milpiés.
El acorazado insecto, encontrado en Centroamérica, da el golpe de gracia serruchando entre los segmentos corporales del milpiés mientras fuerza hacia arriba la cabeza de su víctima, normalmente logrando que ésta salte.
Sexo sin cabeza entre mantis
Las mantis quizás sean los insectos mejor conocidos que atacan a la cabeza, particularmente durante el sexo.
Hembras de especies como la mantis europea (mantis religiosa) son propensas a arrancar de una mordida la cabeza de su pareja durante la copulación. No es que esto parezca afectar el desempeño del macho; muy al contrario, de hecho, según William Brown, un biólogo de la Universidad del Estado de Nueva York, en Fredonia.
La decapitación corta un nervio en el macho que de hecho elimina su control sexual. “Por tanto, una vez que ya no tienen cabeza, los machos intentan aparearse vigorosamente con la hembra”, dijo Brown vía correo electrónico.
“Los machos pueden vivir horas luego de la decapitación y son muy adeptos a copular exitosamente”, explicó.
La hembra recibe comida gratis como parte del trato, pero ¿por qué la cabeza? “La decapitación ocurre primero por conveniencia”, afirmó Brown. “Los machos se acercan a una hembra de frente o, una vez montados, giran para alinearse con la hembra primero con la cabeza”, precisó.
Avispones cazadores de cabezas
En el caso de la avispa japonesa gigante (vespa mandarinia japonica), las decapitaciones se usan como medio para obtener comida.
Al atacar colmenas en busca de miel y larvas, estos feroces insectos primero tienen que superar a miles de abejas adultas que defienden con su vida la colmena.
Cortando a las defensoras con sus potentes mandíbulas, una partida de ataque de solo 30 avispas gigantes puede acabar con una colonia de 30.000 abejas en pocas horas.
¡Eso es lo que se llama eficiencia!