En los últimos días, varios paisajes de la provincia se convirtieron en los distintos escenarios de una nueva apuesta del cine local.
Con el apoyo de Canal 9 Televida como productor asociado, la película Las furias comenzó su camino hacia la pantalla grande -hace una semana- bajo la dirección de la reconocida cineasta argentina Tamae Garateguy.
La historia, que buscaba tener al sol como personaje principal, sobre la marcha tuvo que pegar un volantazo y dar un giro de 180 grados. Es que las tormentas de los últimos días llevaron a la producción a tener que cambiar a uno de los protagonistas de la historia.
“Acá estamos… ¡absorbiendo las inclemencias climáticas!”, dice entre risas Garateguy mientras nos resume en pocas palabras la trama de este proyecto.
“Es la historia de Leónidas, un joven huarpe, y Lourdes, la hija del terrateniente del lugar. Ambos están enamorados, pero va en contra de los mandatos familiares. Por ende, las familias de ambos se oponen a dicha relación. Así, este amor prohibido va a generar una serie de eventos bastante violentos, especialmente desde el lado del padre de Lourdes, que es el gran villano”, adelanta la directora.
La película, que cuenta con la producción ejecutiva de Sofía Toro Pollicino, es una road movie con mezcla de melodrama latinoamericano, basado en el cortometraje realizado por Garateguy con Guadalupe Docampo y Nicolás Goldsmidt (que son los protagonistas) y que se estrenó en 2015.
“Nosotros queríamos hacer la película, entonces realizamos el corto para acercarnos a los personajes. Es una película que tiene mucho de cuento, de fábula. Tanto la historia como los personajes son intensos. No es algo costumbrista ni naturalista”, añade Tamae.
En cuanto al elenco, el equipo buscó hacer un mix que contemplara actores de Mendoza y Buenos Aires. "Es una producción que cuenta, entre otras, con las actuaciones de Daniel Aráoz y Juan Palomino, además de destacados y grandes actores locales", dice.
Mendoza, ¿tierra del sol?
Al ser consultada por el resto de los personajes, la directora afirma que la idea principal era “bañar la trama con el sol mendocino”.
“La idea era teñir la historia con la naturaleza mendocina, que es muy fuerte. Es una película que estaba pensada en función del sol, del desierto… y tuvimos que cambiar por las tormentas. Sin embargo nos vino muy bien, porque fueron bastante furiosas, ¡al igual que la película!”, apunta con humor.
Por eso, una película pensada bajo el sol se transformó -sobre la marcha- en una cinta donde el granizo y las tormentas eléctricas roban cámara.
“Fue algo inspirador, pero también implicó trabajar rápido para cambiar toda una idea y, claro, seguir la corriente a la naturaleza”, reconoce.
Algunas de las principales locaciones son maravillosos paisajes de Mendoza, como la Laguna del Rosario y la Reserva La Payunia. “También filmamos en la Cárcel de Almafuerte y próximamente en la Ciudad. Es una película muy intensa también por la duración del rodaje, son solamente 13 días”, concluye.
