Hace 14 años, un par de amigos de la secundaria, uno de Mendoza y el otro de San Juan, empezaron a compartir el gusto por la música. Después de prestarse cds, de ir a ver diferentes bandas y, en especial, de tocar rock, nació Ultramandaco.
Hoy, Diego Lana y Pablo Goldfarb nos cuentan casi en simultáneo la historia de su banda que esta noche deviene en la presentación de su cuarto disco "Traidores". Pablo adelanta: "La idea para esta noche es que haya una buena puesta de luces, que suene todo acorde a lo que imaginamos. Porque tener una banda es hacerse cargo de los sueños de uno y llevarlo todo al escenario. Que la gente disfrute tanto el disco como lo disfrutamos nosotros".
¿Quién dice que no se puede vivir del rock? Esta banda de cuatro es el claro ejemplo mendocino de que si se quiere, se puede. De la mano de Felipe Staiti, su productor, en este álbum Ultramandaco indaga en los orígenes del rock. Diego agrega "En ‘Traidores’ hemos querido encontrar un sonido de los setenta, inspirados la ideología de la música negra". Casi como si fueran una sola persona Pablo retruca: "El rock es algo hermoso que nos cambió la vida y la cabeza, pero hay que traicionarlo para volver a sus comienzos".
-¿Porqué "Ultramandaco"?
P: -Teníamos 20 años cuando armamos la banda. Ante la situación de ser una banda de rock alternativo, sentíamos la necesidad de buscar un nombre distinto, novedoso. Hay bandas como la Bersuit que no tienen un significado puntual, pero a esta altura el nombre se asocia con el sonido que tiene la banda. Creo que en Mendoza a nadie le suena raro el nombre Ultramandaco, el nombre pasó de ser un chiste interno a algo que identifica nuestro sonido. Con Diego nos conocemos de la secundaria, somos compañeros hace un montón.
D: -Éramos unos delirantes. Cuando lo conocí en la secundaria era el tipo raro, porque además de venir de afuera (San Juan) era metalero. Con toda esa data metalera, Pablo me empezó a pasar discos, y así nació esa química. Como los dos tocábamos dijimos: 'Che, armemos una banda'.
P:- Y a los veinte años la armamos, pero estuvimos cinco años en planes que no tenían mucho futuro. Es un proyecto que se empezó armar en el 94 y sigue hasta hoy. En el 2000 le pusimos Ultramandaco y ahí cambió la cosa.
D: -Empezamos a estudiar, trabajar y tener horarios fijos de ensayo. Fuimos tomando más profesionalismo hasta transformar todo esto en una forma de vida.
P:- Nosotros sin Ultramandaco, seríamos otras personas. La banda nos cambió la vida.
-¿De qué tratan sus letras?
P:- Las letras tienen que ver con la manera que uno tiene de observar el mundo, observarte a vos mismo y darle a eso un panorama, un pensamiento o una ideología. Está basado en lo que uno ve, vive y construye. Porque también, a través de las letras, uno trata de construir una forma de ver las cosas. En una época nuestras letras eran más cifradas, pero con el tiempo hemos tratado de alcanzar lo más difícil: la simpleza.
-¿Cómo ven su nuevo disco "Traidores" en contraste con los anteriores?
D: -Nosotros tenemos una característica: para armar un disco intentamos darle un formato, una lógica. No son canciones reunidas y que grabamos. Tenemos siempre un propósito, buscamos una ideología o temática.
P: -Una idea musical.
D: -Exacto. En ‘Traidores’ hemos querido encontrar un sonido de los setenta con la ideología de lo afro. Esa investigación es lo que buscamos en la sala para fundar un álbum. También tiene que ver nuestra trayectoria, al principio escuchábamos puro metal o punk, hoy hemos entrado en el jazz, el blues y otras cosas.
P: -Pero no es que dejamos de escuchar rock. El disco se llama 'Traidores' porque hay que traicionar al rock de alguna forma, para volver a los orígenes.
-Y ustedes, ¿cómo se ven?
P: -Laburamos más que antes, pero a la vez eso se transforma en algo que es más placentero. Por que seguimos adelante, haciendo lo que nos gusta y eso justifica todo. Nos llevamos mejor que nunca.
D: -La banda ya está más armada porque después de cuatro discos, ya nos peleamos mucho y ahora es el momento de disfrutar. Ya sabemos cómo son las personas que tenemos al lado, empezás a convivir con ellas, a entenderlas y eso nos da otra madurez, como una pareja pero de cuatro (risas).
-En una anécdota, ¿cómo es tener a Felipe Staiti de productor?
P: -Tengo la imagen del Feli como un niño, produciendo el disco, escuchando y tomando esa referencia. Yo lo veo como un par, pero que tiene treinta años tocando. El entusiasmo por la música, la capacidad de trabajo y el oído que tiene para nosotros es una escuela. Además, él es muy humilde porque te enseña pero también se deja instruir.
D: -El tipo con toda la sabiduría que tiene te ayuda, te enseña desde tocar la guitarra hasta componer una canción. Se copa y se enrosca igual que nosotros pero con esos treinta años de escuela encima.
-Para la presentación del disco esta noche ¿qué se viene?
P: -Le estamos poniendo mucho ensayo, porque lo que mejor nos sale a nosotros es laburar. Tenemos mucho amor por lo que hacemos y eso nos lleva a trabajar mucho, a tratar de dar lo mejor de nosotros.