La nueva Reina vendimial de Lavalle, Rocío Silene Fuster, tiene 20 años y representó al distrito Gustavo André. Es la responsable de portar la corona que lució la actual Virreina Nacional, Camila Morales.
En diálogo con Los Andes, la flamante soberana explica que trabaja como acompañante terapéutica con ancianos y que su objetivo profesional es recibirse de profesora de Educación Primaria y dedicarse a la docencia.
Esta rubia de ojos marrones claros habla dulcemente y se toma muy en serio su tarea laboral, sabiendo que su presencia puede significar un cambio importante en la calidad de vida de las personas a las que asiste. Le gusta mucho leer, especialmente libros basados en historias reales.
-¿Cómo fue que se dio la posibilidad de que te presentaras para Reina?
-Desde que cumplí 18 años que me vienen a buscar para que represente a Gustavo André, el distrito en el que vivo. Al principio no me interesó, pero el año pasado me fueron a buscar y no lo dudé.
-¿Te gusta Vendimia?
-Siempre la viví desde el lado del baile. De hecho, este año me iba a presentar en el casting de la fiesta nacional, pero no iba a poder hacer ambas cosas. Mi primera Vendimia departamental fue cuando tenía 13 años, más o menos.
-¿Cómo está compuesta tu familia?
-Tengo tres hermanos varones: Ramiro (22), Juan Pablo y Nicolás (17), que son gemelos. Y mis papás, Cecilio (43) y Carina (42).
-¿Tus hermanos te acompañan?
-Al principio estaban un poco celosos (risas), porque los amigos los cargaban y se ponían mal. Ahora están re contentos y quieren acompañarme a todos lados.
-Trabajás de acompañante terapéutica, ¿cuál es tu tarea específicamente?
-Mi función es conocer las problemáticas individuales de una familia y sacarla adelante. Me ha tocado ir a casas en las que se olvidan de tomar la medicación. Ahí entro yo, para hacerles acordar. Hay que estar muy pendientes. Me gusta trabajar más a nivel familiar, porque estoy convencida de que el primer sostén de la sociedad es la familia.
-¿Cómo entrás en contacto con esas personas?
-Es a través de una trabajadora social. Ella analiza la situación y requiere la presencia del acompañante terapéutico. He trabajado en varias casas, principalmente con gente mayor. Ahora voy a empezar a trabajar a través del PAMI.
-¿Y antes cómo lo hacías?
-Iba por mi cuenta. Algunas familias juntaban algo de dinero para darme, pero no es lo mismo que cuando te pagan lo que sale. Lo hacía porque para eso me formé.
-¿Cómo llegaste a estudiar esa profesión?
-Siempre quise ser maestra y me dijeron que estaba bueno para complementar esa carrera. Fue un curso de un año. Ahora estoy en segundo año del profesorado en Educación Primaria.
-¿Tu objetivo es ser Reina Nacional?
-Quiero vivirlo, no quiero imaginarlo. No esperaba la corona departamental. Lograrla para mí fue un sueño. Si viniera la nacional, sería otro sueño más, para mí y para Lavalle.
-¿Hay alguna Reina, distrital, departamental o nacional, que sea tu referente?
-Sí, Camila. Somos amigas y fuimos compañeras de colegio. No podía creerlo cuando la coronaron virreina nacional. Va a ser muy difícil remplazarla después de toda la alegría que ha dado a la gente. También hicieron un té con reinas mandato cumplido y todas nos decían que disfrutáramos y lo viviéramos a pleno porque es una experiencia única.
-¿Coleccionás algo?
-Me encanta leer así que tengo muchísimos libros. Prefiero los que están basados en historias reales. Mi preferido es Mi planta de naranja lima (José Mauro de Vasconcelos). Ahora estoy leyendo Rayuela (Julio Cortázar). Me propuse leerlo porque era algo pendiente que tenía.
-Si tuvieras que elegir lo mejor que tiene Lavalle, para que un turista eligiera ir. ¿Qué dirías?
-Es un lugar muy tranquilo, donde la gente es humilde, trabajadora y sencilla. Es un lugar mágico. Cuando llegás a Lavalle estás en familia.
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