Un motociclista que circulaba a gran velocidad por calle Maza de Ciudad chocó contra un trole y terminó hospitalizado en grave estado. Cuando la Policía auxilió al herido descubrió que iba en una moto que había sido robada de la plaza Pedro del Castillo minutos antes del siniestro. El presunto ladrón está internado y con consigna policial.
A las 7 de ayer, una moto Keller de 110 centímetros cúbicos circulaba a toda velocidad por calle Maza al oeste cuando, al llegar a la esquina con Mitre, se estrelló contra el trole que hacía el recorrido de Pellegrini.
Los testigos del siniestro llamaron rápidamente al 911 para pedir una ambulancia y dieron las características de los vehículos involucrados.
Pocos minutos antes, había entrado otra llamada a la central policial dando cuenta de que en la plaza Pedro del Castillo un hombre había robado una moto que estaba estacionada.
Cuando los policías que actuaron en ambos casos cruzaron los datos del vehículo accidentado y del robado, se dieron cuenta de que se trataba del mismo. Por lo que el conductor de la moto pasó de ser un herido a ser, además, un detenido por robo.
"Se tomó conocimiento de ambos casos casi simultáneamente, de manera independiente. Primero el del robo y a los pocos minutos el del choque. Los hechos fueron a menos de diez cuadras de distancia" (sic), contó un allegado a la causa.
Internado
Cuando se produjo el siniestro la moto circulaba a alta velocidad, aunque las fuentes descartaron que el conductor haya estado escapando de la Policía.
El ladrón fue trasladado con varias lesiones al hospital Central. Fuentes policiales dijeron que tiene politraumatismos graves, hundimiento de cráneo y una pierna fracturada.
El caso pasó directamente a la Fiscalía de Flagrancia liderada por Mónica Romero, quien determinó que el sujeto permanezca con custodia policial.
Hasta ayer por la tarde, el presunto delincuente no había sido identificado ni tampoco nadie se había acercado al hospital o a la Oficina Fiscal para averiguar por él.
Para determinar su autoría en el hecho la fiscal espera algunas pruebas, como por ejemplo la comparación de sus huellas digitales con las que puedan hallarse en el vehículo siniestrado. Basándose en los resultados de estas pericias, la fiscal calificará el hecho.