Wimbledon está viviendo una edición marcada por la lluvia. Pero a los organizadores hay otro tema que les preocupa tanto como el agua: las toallas oficiales que se roban los tenistas tras cada uno de los partidos. Según los organizadores, apenas el 20% de ellas regresa a manos del torneo y el resto se van en los bolsos de los tenistas. Novak Djokovic y Venus Williams se lo tomaron con humor y confesaron que ellos se llevaron unas cuantas.
El tema salió a la luz el domingo, cuando los tenistas juniors fueron señalados por el robo de toallas. Desde el All England aseguran que entre ellos organizan una especie de competencia para ver quien se lleva más. Por eso, desde la organización decidieron darles toallas blancas desde ahora y no más las originales que tienen el logo del certamen.
"Los juniors han creído por muchos años que pueden competir a ver quién se lleva más toallas", dijo al diario británico "The Telepgraph" Goerge Spring, jefe de canchas del All England desde el 2000. Hasta el momento, el torneo perdió unos 172.000 dólares por este robo.
Pero no solo los más chicos quedaron en el ojo de la tormenta. Los numero uno de las ramas masculina y femenina, también fueron apuntados. Y tanto Djokovic como Serena Willams reconocieron haberse llevado esos “souvenirs”. “Planeo antes del partido dejar la mitad de mi bolso vacío o un bolso entero para las toallas que me llevo de Wimbledon", admitió el serbio antes de ser eliminado en la tercera ronda.
Venus Williams, la hermana de Serena, también confesó: “Tengo muchas en casa, desde 1997. Tengo algunas toallas de hombres también, se pueden cambiar en el mercado negro de toallas”. Y Spring aseguró que la número uno del mundo es una “leyenda” en el arte de quedarse con esos recuerdos.
Otros tenistas también reconocieron que cargan sus bolsos. La joven canadiense Eugene Bouchard, de 22 años, contó su secreto: "Cuando hay demora por lluvia, te llevas otras dos toallas extras. En un partido, cuatro toallas. Creo que lo hago bien". Algo similar hace el estadounidense John Isner. "Creo que me he podido hacer con seis en un partido (por la interrupción). Paramos en el 1-1 y ya son dos; termino 7-6 y 1-3 y dos más. Así las reparto como caramelos”, contó.
Las toallas de Wimbledon son hechas 100 por ciento de algodón, miden 70 x 133 centímetros y pesan 500 gramos. En la tienda oficial del torneo, frente al portón de la entrada 5 del All England, las toallas son el producto más vendido. Cada una cuesta 29 libras (38 dólares).