Eduardo Robledo Puch, el mayor asesino de la historia criminal argentina, salió de prisión por primera vez en 44 años, al ser trasladado desde el penal de Sierra Chica hasta los tribunales de San Isidro para realizarle estudios médicos que no duraron más de una hora.
El apodado "Ángel de la Muerte", hoy de 64 años, se encuentra alojado en este tristemente famoso penal desde 1977, después de ser detenido cuando tenía 20 años y terminó condenado a reclusión perpetua por tiempo indeterminado, la pena máxima contemplada en nuestro Código Penal.
En la calle por unas horas
El condenado llegó a las 9.30 a la asesoría pericial en una camioneta del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en medio de un importante operativo de seguridad y protegido con chaleco antibalas, y salió poco antes de las 10.50, sin hablar con la prensa.
Robledo Puch (nacido el 19 de enero de 1952) se encuentra desde 1977 en el penal de Sierra Chica, aunque en rigor lleva 44 años preso.
El hombre fue considerado el mayor asesino civil de la historia argentina, fue juzgado en 1980 y condenado por diez homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, 17 robos, violación, tentativa de violación, abuso deshonesto, dos raptos y dos hurtos.
Antes del fallo, frente al tribunal de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, Robledo Puch dijo: "Esto fue un circo romano y una farsa. Estoy condenado y prejuzgado de antemano".
Desde aquel tiempo reclama la libertad condicional (incluso pidió ser ejecutado), que sistemáticamente le ha sido denegada por los jueces, que consideran que no está apto para recibir ese beneficio, pues no muestra las reformas necesarias para acceder a él.