A 44 años de su detención, Carlos Eduardo Robledo Puch se convirtió en el hombre que ha pasado más tiempo en prisión en la historia de Argentina. Ayer se conoció una carta en donde le pidió a la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, “ser indultado”.
Robledo Puch empezó a robar a los 16 años. Lo que “ganaba” lo usaba para comprarse motos y autos de lujo. Los primeros crímenes por los que fue condenado los perpetró cuando tenía 18. Dos años después lo detuvieron. En su último asalto, mató a un sereno y luego a su cómplice, sin percatarse de que este tenía su documento en un bolsillo. Ese dato sirvió para que la Policía lo detuviera pronto.
Fue acusado de once asesinatos, más de quince robos, abusos sexuales, entre otros varios delitos, por lo que en 1972 fue bautizado por los medios como “el ángel de la muerte”. Actualmente, con 64 años, está preso en el penal de Sierra Chica.
En su carta, de más de 20 hojas, le dice a la gobernadora que ha “cumplido inexorablemente con todos los plazos legales y cronológicos que la ley estipula desde que fui detenido aquel fatídico jueves 3 de febrero de 1972”.
Y sigue: “La presente se ha convertido en una pena que se agotaría con la muerte, siendo que la pena de muerte no cuenta con precedentes en nuestro país; y no sería bueno que justo ahora se estableciera uno porque, señora Vidal, se transformaría en una pena desproporcionada, cruel, inhumana y degradante. Razón por la cual, señora gobernadora de la provincia de Buenos Aires, Robledo Puch está solicitando un indulto extraordinario inmediato”. “Ni los nazis condenados a prisión en el juicio de Nüremberg, ni Nelson Mandela en Sudáfrica sufrieron la cárcel a que fui sometido con apenas 20 años”.