¿Qué habilidades reúne un standapero? Debe hablar en público, dejando de lado el miedo y la timidez. Tiene que tener “algo” para decir… Puede valerse de anotaciones, pero no tiene guión. Puede “armarse” de una idea general sobre una historia para contar pero narra mediante la improvisación. Además de todo esto, sobre el escenario debe mostrarse fresco, natural, espontáneo, tirar línea tras línea… y hacer reír. Regalarle generosamente al público una noche divertida.
Roberto Pettinato siempre, desde el lugar que ocupe en los medios, ha tenido la facilidad de hacer reír a la gente pero no por ser un buen contador de chistes; él hace reír por su forma de ser... Y en su espectáculo de stand-up “Quiero portarme bien”, el músico y conductor de televisión muestra sus habilidades como standapero o comediante, nueva faceta en su vida que explora hace sólo un par de años pero que quiso desarrollar siempre.
Es un “personaje” atractivo por ser multifacético: se ganó un lugar en la pantalla chica, -formato esquemático en donde la improvisación resulta casi imposible-. Se lo recuerda, por supuesto, como un ex integrante de la emblemática banda Sumo, sigue tocando el saxo –y se lo reconoce como buen músico-. Además trabaja en radio tres horas diarias: excusa para tocar un rato, poner música y charlar con distintos invitados. ¿Cómo conviven todas estas facetas? “No hay planificación -indica- hay acción. Soy uno solo, pero me gustan muchas cosas. Aclaro que lo mejor que hago es el stand up: allí no hay filtros, ni cámaras, ni cortes, ni edición. ¡Sucede!”.
Lejos que encontrar su “lugar en el mundo”, o de eternizarse en un rol y gozar de las comodidades que otorga el reconocimiento, este hombre se propuso cumplir con su sueño porque estuvo más de 30 años queriendo subirse a las tablas; queriendo vencer el miedo que supone enfrentar a la platea. El stand-up es el formato con el que se siente absolutamente libre. “Es el lugar en donde me siento 100% yo”, cuenta. Y a su vez es el género que le mostró desafíos y retos nuevos.
Su pasión por este género teatral surgió en los años 70 cuando vio la legendaria película sobre el irreverente, mordaz y sincero “Lenny Bruce”(1974) de Bob Fosse, con Dustin Hoffman. “Todo standapero que habla de suegras gordas debería ver eso y aprender. Es la clave de todo, el puntapié inicial del género en su variante incorrecta y performativa”, sostiene.
Bruce sin duda, tuvo una carrera fulgurante, plagada de humor ácido y corrosivo y muy novedoso para la época. Esa película que lo marcó por siempre, inspiró incluso a un Michael Jackson para crear luego, sus célebres pasos de baile.
“Quiero portarme bien” se llama el espectáculo que Pettinato presentará en Mendoza el próximo viernes 20 –a las 22 en el Teatro Selectro- y el sábado 21, en el Teatro Ducal de Rivadavia. “A mi espectáculo, si bien le decimos que es stand-up, cada vez me doy más cuenta que son sencillamente monólogos. Lo hacía Antonio Gasalla, Enrique Pinti, Carlos Perciavale, entre otros.
Dura en realidad lo que el público decida pero no menos de dos horas. Mi hijo Felipe-que se incorporó en febrero del año pasado- baila Michael Jackson en la previa y no hay segmentos. Es un solo hilo conductor hacia la nada y el todo”, comenta.
El nombre de la obra surgió gracias al pequeño Lorenzo, su hijo, que cada vez que lo retan termina diciendo “¡Me quiero portar bien!”. “Cierra las manitos y mira al cielo como si estuviera poseído y quisiera portarse bien, pero no puede. Me causó tanta gracia que dije: “Es mi hijo y yo soy así también. Nos queremos portar bien en todo sentido y no podemos (risas)”, cuenta el músico y conductor de televisión.
Pettinato –siempre espontáneo y con un estilo entre elegante e infantil- sabe muy bien que la risa se puede lograr a través de la ironía, la burla, el cinismo, la grosería o la sátira, aunque opina: “La risa en realidad no importa. Lo que importa es que tu cerebro no lo pueda creer y que tenga que moverse rápidamente para asociar algo que finalmente te arranca una carcajada”.
Es un show de pura improvisación y lleno de sorpresas. “Arranco con lo primero que se me ocurre y lo que me genera la reacción del público apenas piso el escenario”, dice.
De esta manera “¡Me quiero portar bien!” lleva 125 funciones a sala llena, recorriendo distintas provincias a lo largo y a lo ancho de todo el país y ha sido visto por más de 40 mil los espectadores.
“Mi trabajo es un 70% improvisado. Si ves el show que haremos en ciudad y lo comparás con el del otro día en Rivadavia, vas a ver que son dos shows distintos. Depende del público y del lugar. Lo que siempre pasa es que escucho: "Me cague de risas las dos horas" Ah! ¿Y de qué habló Pettinato? "Ni idea, jajaja”.
En el otro 30% del show relata alguna de sus historias de obsesiones cotidianas con su característico toque ácido. Habla de la actualidad, reflexiona en voz alta… pero nunca perdiendo la interacción con el público, y siempre expresando su propio punto de vista acerca del mundo, compartiendo su cosmovisión a través del humor.
Su sarcasmo, cinismo e ironía parecen condiciones naturales para él pero en su compromiso para que el stand-up se convierta en su nueva profesión, Pettinato estudió y se influenció por gigantes del género como Lenny Bruce, Conan O’Brien, o nuestro Tato Bores.
Tuvo la oportunidad de estar en Broadway hace un par de años y ver la cuna del teatro por dentro asumiendo que se siente identificado: “Mi estilo claramente es más el de allá. Hay una mezcla de ironía ácida con inocencia cruel. Recibo influencias del más allá -más allá de las fronteras-. Lo de acá es otra cosa. Soy realmente muy bueno con lo que hago con los monólogos”, agrega con seguridad y se explaya: “No levantaré ninguna pancarta con puntuación respecto del stan-up nacional cual Moria Casán. Sí sé que soy el mejor en este momento. Veo como se ríe la gente”.
Para los que quieran iniciarse en el mundo del espectáculo Pettinato ofreció gentilmente un consejo: “Les recomiendo a todos anotarse en el IUNA y estudiar teatro, dejar la vida allí, para luego poder manejar tranquilo un taxi” (risas).
Y finalmente pide -para quienes asistan al teatro cualquiera de las dos noches-: “¡Vengan limpios por favor!”.
La ficha
Stand-Up: "Quiero portarme bien" - Dos presentaciones
En Mendoza:
Día: viernes 20 de junio
Hora: 22
Lugar: Teatro Selectro
Precios: $230, $200 y $180. Se puede pagar con tarjeta Nevada -en el centro, Maipú, Shopping y Palmares-
En Rivadavia:
Día: sábado 21
Hora: a las 22.
Lugar: Teatro Ducal.
Precios: $200, $180, $150 y $130, en boletería del teatro
