La TV Pública, en coproducción con la Biblioteca Nacional y Nombre Productora, empezaron a planear en 2013 un acontecimiento televisivo que ya tiene resultados en la pantalla del canal: la adaptación a una miniserie de las dos novelas señeras de Roberto Arlt: "Los siete locos" y "Los lanzallamas".
Formidable idea que ha cuajado impecablemente en envíos de 30 minutos (podrían perfectamente extenderse a una hora, se hace corto), con guiones de Ricardo Piglia y la dirección de Fernando Spiner ("La sonámbula", "Aballay, el hombre sin miedo").
La miniserie arrancó, como corresponde, por "Los siete locos". Ya en su segundo capítulo se puede afirmar, sin temor a errores excesivos, que la solidez de la transposición literaria al lenguaje televisivo es total: los personajes no pierden ni un milímetro de su carnadura, el diseño de arte tiene un aire de film noir que lo vuelve totalmente atractivo, los tiempos narrativos se ajustan al ritmo de la televisión sin perder ni un gramo de la espesura que tiene la novela.
Pero hay más. La reconstrucción de época (que nos recuerda en algunos pasajes a la eficaz "La fuga" de Eduardo Mignona), los aires porteñísimos en cada plano, el vestuario y la escenografía -que incluyen filmaciones de la época como fondo en varios casos-, el montaje y las secuencias con las que están construido el relato y el guión no tienen desperdicio.
"Los siete locos", personajes inauditos construidos por Arlt, están tan bien traspuestos a la pantalla que esa intención de suspense que flota en su obra, nos sostiene como espectadores en cada palmo del episodio. Los actores, son titanes: Daniel Fanego compone al Rufián Melancólico de la novela con una exquisitez caligráfica. Lo mismo sucede con Carlos Belloso (el astrólogo) y el extraordinario Pompeyo Audivert (el buscador de oro).
Pero todos están muy bien en sus roles, también Daniel Hendler (el comentador), Belén Blanco (Elsa), Fabio Alberti (Ergueta) y Julieta Zylberberg (Hipólita); entre más.
Con este arranque, cómo no seguir con entusiasmo todo lo que vendrá: un viaje al pasado nacional, con elegancia, frescura y un suspenso que, aún cuando se conozcan palmo a palmo las dos novelas, no nos permitirá abandonar la butaca.
Va de martes a viernes, a las 22.30 por la TV Pública. Los sábados se emite un especial de la semana, con los cuatro capítulos en continuado, a las 23, después del fútbol.
