Roberto Alfonso Abella, quien murió a los 84 años en la ciudad de Luján de Cuyo, fue colaborador de Los Andes por espacio de más de medio siglo, continuando la gestión que había asumido su padre quien, a principios de la segunda década del siglo pasado, se había relacionado con el matutino en la faz comercial y periodística.
Abella heredó esa posición en la tradicional corresponsalía del rotativo, ubicada en Santa María de Oro 381 al morir su progenitor, José Abella, cuya vinculación con la empresa arrancó en 1912. Roberto trabajó activamente hasta hace 18 años (2000) en que cesó su vinculación con el diario.
Por años también tuvo en su casa la representación del diario porteño La Nación, aunque la relación con esta empresa fue en menor tiempo.
Abella formó una familia con María Luisa Lucero (Ñata), y sus dos hijas Graciela y Cristina, sus dos nietos Rafael y Pilar Segovia y su bisnieto Felipe.
Era ampliamente conocido y apreciado en el medio, donde se reconocía su actitud servicial y ánimo siempre dispuesto para atender los más diversos requerimientos que le imponía la labor diaria.
Con una invalidez motriz que lo afectó desde su niñez, Roberto tenía un espíritu abierto que lo llevó a participar en diversas entidades de la comunidad lujanina. Además fue uno de los más importantes mecánicos dentales de Luján de Cuyo.
Varias son las instituciones departamentales a las que volcó esfuerzos: cofundador de la Biblioteca Juan Bautista Alberdi; socio permanente del Club Social de Luján y participante activo de la Sociedad Española de Luján, que prácticamente tiene su edad, siguiendo aquí también los pasos de su progenitor, uno de los miembros que dio vida a la tradicional entidad de calle Colombres.
El 2 de mayo pasado Roberto hubiera cumplido 100 años de vida y su familia lo recuerda con gran orgullo. Excelente persona, padre, esposo y abuelo. Siempre presente y con una sonrisa, a pesar de sus dificultades de salud.
Pilar Segovia
DNI 41.699.693