Era a fines de febrero de 1980, cuando el cineasta Robert Wise llegó a Buenos Aires para promocionar su película "Star Trek", basada en la serie televisiva que gran éxito en los '60.
Un periodista de diario Los Andes, fue enviado exclusivamente para entrevistarlo. Era Avelino Prieto -fallecido hace muy poco tiempo- quien nos dejó un interesante testimonio periodístico con el gran director norteamericano. Su entrevista fue publicada el domingo 9 de marzo de ese año, y así decía:
"Cuando iba hacia su entrevista en el Plaza Hotel, trataba de imaginar cómo sería este gigante de la cinematografía, sin lugar a dudas, uno de los más importantes de la industria de Hollywood.
Y me equivoqué totalmente, pues no encontré al gran personaje que esperaba, con su infaltable toscano y la mirada como alejada de este mundo.
Estaba allí, sí, un hombre simple, de sonrisa fácil, de edad sólo definida por sus blancos cabellos, un hombre que a cada momento se entusiasma con lo que dice, sobre todo cuando se explaya acerca de la proyección de la humanidad hacia las estrellas y acerca de la existencia de los ovnis (en lo que cree plenamente). Imposible dejar de pensar que detrás de esa risa bonachona, de esa expresividad rápida y alegre de su rostro, se encuentra el realizador de films que han hecho y seguirán siendo historia, como 'El día que paralizaron la Tierra', 'La que no quería morir', 'Amor sin barreras', 'La novicia rebelde', 'El estigma del arroyo', y ahora 'Star trek -Viaje a las Estrellas- la película'. Y quizás algo mucho más importante: fue él quien tuvo a su cargo el montaje de esa monumental obra llamada 'El ciudadano'.
Y por momentos uno olvida que está ante Robert Wise, ciudadano estadounidense, ya que toda respuesta es acompañada de grandes gestos, de amplios movimientos de mano, toda una actitud que uno solo espera de los latinos".
Viaje a las estrellas
- El hecho de que 'Viaje a las Estrellas' tuviera ya una imagen difundida universaImente, ¿no ha limitado sus posibilidades creativas?
-En un cierto aspecto, sí. Fue una ardua decisión para mí. Pero me intrigaba el desafío y me atrapaba la posibilidad, por primera vez, de realizar una película de ciencia ficción que me llevara al espacio. Es que mis dos anteriores filmes de este género (‘El día que paralizaron la Tierra’ y ‘La amenaza de Andrómeda’) eran terrenos, transcurrían aquí, en esta, nuestra vieja Tierra. Yo quería irme fuera, a los espacios, a esas posibilidades sin límites para la imaginación. Y todas las ventajas que veía en esto me estimularon para aceptar.
-¿Piensa usted que el cine da testimonio de la época?
-Sí. Creo firmemente en eso. No siempre lo hace fiel y correctamente, pero tiene unas posibilidades increíbles para hacerlo, y ello depende solamente de los realizadores.
Los ovnis
-¿A qué atribuye el éxito de la ciencia ficción?
-Creo que todos hemos llegado a darnos cuenta que nosotros los terráqueos somos una pequeña partícula del universo. Y que de inmenso potencial allá afuera, que hemos reforzado su conocimiento últimamente merced a los viajes espaciales, nos ofrece un lugar para buscar un desarrollo nuevo. Por otra parte, yo creo en la existencia de los ovni. Ocurre que somos una partícula y pensar que somos la única inteligencia en el Universo es algo por demás ilógico. No debemos temer a lo que haya en el espacio.
Cine y televisión
Una pausa para tomar agua mineral (es muy parco en sus comidas y bebidas) y el diálogo prosigue en forma fluida(...).
- ¿Perdió terreno el cine respecto de la televisión?
- En cierto momento, hace unos años, la televisión se presentaba como un gran competidor, por no decir un enemigo del espectáculo cinematográfico, pero ahora, al menos en Estados Unidos, el séptimo arte esta recuperando apresuradamente aquellos puntos que había perdido y los espectadores vuelven a la magia de la pantalla grande.
Esto permite, además, que surjan nuevos directores, y ¿por qué no decirlo? una nueva corriente de espectadores ávidos de adentrarse en el hechizante mundo que ofrece el cinematógrafo.
-¿En qué condiciones prefiere desarrollar su tarea?, o dicho de otra manera, ¿cuál es la clave del éxito Wise?
-Mucha, mucha, mucha dedicación (...). Yo trabajo con artistas que me diseñan y moldean todo el trabajo de antemano, lo grafican, a punto tal que yo puedo ‘ver’ lo que va suceder. Creo que hay dos puntos claves para un director, en lo que se refiere a su tarea: anticipación (de lo que uno puede desear o necesitar); y saber comunicar esto al equipo técnico (...). Esto no significa que no haya tiempo para improvisaciones durante la filmación.
10 ingredientes del éxito
-¿Cuáles son los ingredientes de una buena película?
-No hay una receta preestablecida, pero lo más importante es conseguir una buena historia y un buen elenco.
-¿Qué es, pues, lo más importante?
-Sin dudas de ningún tipo: el argumento. En primer lugar, por lejos, el argumento. De ahí se empieza. Es la mayor decisión que se toma. Y cuando yo digo, este argumento será mi próxima obra, estoy asegurando o no el éxito de la obra.
- ¿De qué manera incidió en su vida, en su carrera, el éxito de 'La novicia rebelde'?
-Yo no esperaba un éxito tan tremendo. No teníamos idea de lo que iba a pasar. Nos preparamos para un buen éxito, considerando la obra teatral, pero no nos supusimos que iba a ser una de las películas mas exitosas de todos los tiempos (...). Es lindo cosechar los frutos de su trabajo (...). Pero el éxito de ‘La novicia’ no ha cambiado mi meta, que es tratar de progresar permanentemente.
Ya está terminando nuestro tiempo, el fotógrafo nos pide que nos coloquemos en la ventana, donde hay más luz, por momentos, Wise se entusiasma con lo que dice, particularmente cuando tocamos su gran amor, el cine.
Se impone pues una última pregunta:
-¿Una evaluación de su trabajo?
- Hacer películas es una maravillosa experiencia, por lo que no tomo mi tarea como un otero trabajo, sino como una constante búsqueda; como un perpetuo estudio y aprendizaje de ese complejo mundo del cine. Nunca me causa mi tarea, y si alguna vez hago un paréntesis, deseo de inmediato retomar mi puesto detrás de una cámara.
