"El juez”, un drama que lo enfrenta a Robert Duvall en el papel de su padre, es la primera historia que Robert Downey Jr. (49) eligió contar usando su productora Team Downey, junto a su esposa Susan (40), quien ya lo produjo en “Sherlock Holmes” e “Iron Man”. “Esta es la primera vez en mucho tiempo que Robert no está salvando al mundo”, dice ella, embarazada de una beba que llegará en noviembre.
En “El juez” el actor interpreta a un abogado fanfarrón exitoso en defender criminales en Chicago, cuya madre muere y debe volver a su pequeña ciudad en Indiana y a su familia, con la que ha perdido contacto en los últimos 20 años.
Una ironía del destino hizo que el actor perdiera a su mamá, la actriz Elise Ann Downey, de 80 años, el 22 de setiembre pasado, en plena promoción de la película.
Esta entrevista se realizó unos días antes de esta pérdida. Por entonces él simplemente identificaba la película -en la que tiene que defender a su padre, un juez con 42 años de carrera intachable con quien se lleva pésimo y que encarna el gran Robert Duvall, de un cargo de homicidio culposo-, con la relación que el actor tiene con su padre real, Robert Downey Sr., un actor y director que tuvo con su madre un matrimonio breve y tumultuoso.
Y que parece haberle dejado gratas memorias de su niñez, paseando por el Village neoyorquino con una remera de Superman, anticipando su propia historia con los superhéroes.
A la madre la despidió desde su página de Facebook con palabras muy emotivas, dándole todo el mérito de haberlo ayudado a recuperarse de sus adicciones a la droga y al alcohol, después de tener una sincera conversación con ella (también ex adicta, como el padre), en 2004.
“Desde entonces estoy sobrio”, reconoce el actor, que en los Kid Choice Award de este año les aconsejó a los adolescentes del público: “Si la vida les pega una patada en el trasero, devuélvansela”.
Este mes la revista Vanity Fair lo puso en la tapa como el actor mejor pago en todo el mundo. Gracias a las regalías de “Iron Man 3”, es la segunda vez consecutiva que la revista Forbes lo pone en esa posición.
El periodista de Vanity visita a Robert en su casa en Malibú, en el mismo lugar en el que tiene su mansión el personaje que lo hizo multimillonario, Tony Stark. Y lo fotografía junto a su hijo Exton (2), manejando un Corvette negro del ‘65.
Otra ironía es que en el mismo mes el diario Los Angeles Times lo fotografía saliendo de una Corte junto a su hijo mayor Diablo (21), acusado de posesión de cocaína.
El mismo viejo karma del que no puede escapar ni con todos los millones del mundo. Y mundo. Y él parece saberlo bien.
-¿Cómo se siente verse en la tapa de la Vanity Fair como el actor mejor pago del mundo?
-Aburrido. Me aburre mucho porque me acuerdo cuando estás viviendo en un departamento y no tenés para pagar el alquiler del próximo mes, y lo único que importa es cómo te vas a salvar de ésa, cómo vas a conseguir esos 600 dólares. Ese es el único problema que el dinero resuelve. El dinero solamente te saca el miedo a la inseguridad financiera, y ese miedo es uno de los tantos miles que hay.
Hay un estudio que dice que cuando estás haciendo dinero como para alimentarte y hacer lo que tenés que hacer, no hay ningún dólar extra que contribuya a tu felicidad. Entonces, me gustó que me dieran la tapa, me gusta la revista, pero espero que no sea ésa la cosa más importante que puedan decir de mí.
-¿Por qué eligieron producir con Susan un drama como "El juez"? ¿Cómo se llevan trabajando?
-El guión era muy bueno. El desarrollo de un proyecto como este es, a menudo, como mover montañas buscando minerales o diamantes y encontrar caca de dinosaurio. Empecé a tenerles un gran respeto a todas esas compañías productoras que consistentemente sacan buenos proyectos.
Y no conozco una pareja que no pelee. Algunas no deberían trabajar juntas, probablemente no deberían irse de vacaciones juntas. Pero nosotros nos conocimos trabajando y es algo natural, como dos profesores que se conocen en la Universidad y se van a estudiar al extranjero juntos.
-Ya fuiste nominado dos veces. ¿Creés que éste es un rol como para un Oscar?
-No sé cómo contestar eso, hay días que pienso que debería ganar un Oscar sólo por levantarme de la cama (sonríe). Tenés que pensar en el ego de los actores y lo que un Oscar significa. Pero ojalá ése no sea el ego que tengo.
Podés oler cuando alguien está trabajando para una nominación y es un poco triste. Me siento muy cómodo en mi piel, no dependo de la percepción de los demás.
-Aquí se te ve vulnerable y no como al superhéroe. ¿Te cuesta más?
-No. Es una sola carrera y son diferentes vestuarios. Todos los roles que he hecho en los que la gente ha respondido bien fue debido a su vulnerabilidad. Tony Stark hace que Pepper toque su corazón y le dice que ella es la única persona en la que puede confiar, y se supone que él es un playboy.
Y pienso que Hank parece invulnerable cuando aparece en la película. Pero lo que le pasa es lo que necesitaba para regresar a una vida que valga la pena ser vivida. Solíamos sentarnos a leer esas escenas y empezábamos a lagrimear.
-¿Cómo fue trabajar con Robert Duvall, especialmente en esas escenas tan emotivas?
-Él es un grande, aprendés de un actor como él. Es muy talentoso. Todo el mundo me habla de la escena de la bañera, cuando lo ayudo a limpiarse después de que su personaje tiene un accidente.
Piensan que es la más dramática, pero antes de hacerla Bobby decía “yo sé dónde hacen unas costillas riquísimas”. Pero luego lo veías entrar en su personaje. Fue fascinante. La película te hace pensar en las leyes de la vida, nacés con pañales y morís con ellos.
Muchos hijos con padres enfermos se pueden identificar fácilmente. Te hace reflexionar en tus prioridades. Yo me llevo bien con mi padre ahora. El tiempo es corto y tratás de conectarte.
La ficha
"El juez". EE.UU. 2014, 141'.
Dirección: David Dobkin.
Género: Drama.
Guión: Bill Dubuque, Nick Schenk, David Seidler
Música: Thomas Newman.
Fotografía: Janusz Kaminski
Con: Robert Downey Jr., Robert Duvall, Vera Farmiga, Billy Bob Thornton, Dax Shepard, Vincent D'Onofrio, Leighton Meester, Melissa Leo, David Krumholtz, Balthazar Getty, Sarah Lancaster, Ian Nelson, Ken Howard, Grace Zabriskie.