Difícil es describir otro asalto en la modalidad "entradera" sin que los hechos se repitan o se agote la terminología para detallarlos. Sin embargo, son otras las víctimas y, probablemente, sean otros los asaltantes, pero tienen en común el horario nocturno, el uso de armas de fuego para sorprender a los asaltados y la violencia a la hora de atar o golpear a sus víctimas.
En la noche del miércoles y la madrugada de ayer hubo cuatro hechos, aunque tres fueron informados.
En menos de una hora hubo dos denuncias de robos de motos. Uno de los hechos ocurrió en Guaymallén, donde Hugo Delmaco (36), con domicilio en Las Heras, fue sorprendido por los ocupantes de otra motocicleta que emparejó su marcha y, tras amenazarlo con armas de fuego, lo obligaron a dejar la moto y además le robaron la billetera con $ 300 y una mochila con ropa, tras lo cual lo dejaron a pie en calle Elpidio González, al menos con la fortuna de ser frente al control de la línea 1.
En la denuncia ante la Oficina Fiscal 9 de Guaymallén, Delmaco indicó que los ladrones lo obligaron a bajar de su moto -una Zanella- la que se llevaron.
El otro robo de una moto se denunció ayer a primera hora, cuando Federico Molina (25) indicó ante la Oficina Fiscal 5 de Las Heras, que frente a otra terminal de ómnibus (grupo 4) fue interceptado por dos sujetos armados, cuando iba en una moto Sumo 125, negra y gris, dominio 243 EVD, con la que se dieron a la fuga.
El auto
El tercer asalto fue a la 1 de ayer. Emmanuel Flaca se encontraba en la puerta de la casa de su novia, sobre Mathus Hoyos al 300, de Guaymallén, y fueron sorprendidos por dos sujetos armados, que a los gritos los obligaron a dejar el auto y sin más trámite se subieron al Chevrolet Corsa azul, dominio ELA 726, con el que se dieron a la fuga por Mathus Hoyos, en dirección al Acceso Norte.
"No hubo otra amenaza que la de bajarse del auto... nada más", explicó el padre de la joven, con el agregado -reiterado por la mayoría de las víctimas- de que, "por suerte, no entraron a la casa y nadie salió herido".
Familia maniatada
El último hecho ocurrió en la madrugada, cuando una familia (el matrimonio y tres hijos) fue sorprendida en su casa, dentro de un barrio semiprivado de calle Corrientes al 1200 de Villa Nueva, por tres sujetos que los ataron a la cama.
Se llevaron una Play Station, tres celulares y $ 4.000. Vecinos advirtieron lo que estaba pasando llamándose entre sí, mientras que otros avisaron al 911 y un tercero hizo sonar una alarma, lo que puso en fuga a los ladrones.
Treinta minutos después llegó un móvil de la Policía que "se demoró -según explicaron los uniformados- porque no encontraron la dirección".
En diálogo con Los Andes, Javier se mostró no sólo preocupado sino angustiado y aseguró que "mi celular con GPS no pudo ser encontrado; la Policía, que recibe 10 móviles nuevos, no tiene uno ante esta emergencia. Y esto me provoca mucha bronca".