Un hombre fue asaltado a media mañana de ayer en el interior del Mercado Cooperativo de Guaymallén por un par de sujetos armados que se llevaron un bolso donde la víctima había guardado 200.000 pesos.
Según se conoció después, la denuncia ante las autoridades de la Oficina Fiscal 9, la concretó Eduardo Putrele, de 57 años.
El comerciante, con un puesto de venta en la calle 7, fue sorprendido por los delincuentes cuando se movilizaba en un vehículo Honda. Actuaron a cara descubierta, con armas en las manos y en medio del gentío.
Fue a las 11.30 de este miércoles, cuando el mercado, con frente sobre calle Sarmiento, muestra un importante movimiento de vehículos, changarines y comerciantes, que se agrupan con la mercadería a la venta en más de 600 puestos, ubicados a largo de sus 7 calles internas y sobre un predio de 28 hectáreas.
Tras amenazarlo, los ladrones escaparon del lugar a bordo de un auto (presumiblemente marca Fiat, de color oscuro) con el dinero, documentos y un celular en su poder.
La investigación apunta a un "entregador" o que la víctima fue "marcada" expresamente por alguien.
Sin embargo, por una u otra hipótesis, lo concreto por estas horas es que de los asaltante nada se sabe.
Nerviosismo con la prensa
Ocurrió y es importante fue el nombre de un espacio radial muy escuchado hace algunas décadas y hoy vale repetirlo en este escenario. Al tratarse de un asalto (uno de los tantos que ocurren día a día), donde los delincuentes se alzaron con 200.000 pesos, esto es importante.
Por eso la tarea periodística buscó la información en ese lugar. Y la primera sorpresa la dieron empleados y un directivo del Mercado (del que no se pudo conocer su nombre) que no sólo desmintieron la versión, sino que llamaron a la Policía, a cargo de la custodia del complejo.
Sin otro argumento que el dado "por el administrador", un uniformado señaló que no estaba permitida la permanencia en el lugar y tampoco la toma de imágenes, aunque muchos recuerdan la difusión de videos y fotos cuando estos mismos uniformados rescataron del interior de una camioneta 4x4 a un niño que había sido dejado por su padre.
Pese a la advertencia, Los Andes buscó entre los comerciantes a la víctima, tarea que una vez más debió ser abortada cuando otro uniformado "cumpliendo órdenes" nos llevó a paso redoblado hasta la movilidad. A ello el efectivo le sumó -de su propia cosecha- que la víctima no quería "hablar con la prensa".
Luego dio la expresa indicación al personal de control de los ingresos para que "acompañara" al equipo periodístico de este diario hasta la calle, algo que, por supuesto, con handy en la mano, cumplió a raja tabla.