Roban más transformadores, y cada vez con más violencia

Roban más transformadores, y cada vez con más violencia
Roban más transformadores, y cada vez con más violencia

El robo de transformadores en zonas rurales de San Martín ha crecido en los últimos meses y también, la violencia con la que suelen actuar los delincuentes, ya sea para destrozar los equipos en busca del cobre que contienen o para enfrentarse con la Policía, si es necesario a los tiros.

"La situación está complicada y aunque invertimos mucho dinero en vigilancia, los robos no paran y en lo que va del año ya nos han destrozado 28 transformadores, lo que significa una pérdida que supera el millón de pesos", contó José Álvarez, presidente de la cooperativa eléctrica Alto Verde: "De lo que nos han robado, no hemos podido recuperar nada y todo esto ocurre ante una gran indiferencia del Estado".

La cooperativa eléctrica Alto Verde controla 1.300 km de tendido eléctrico, en zonas rurales de San Martín, Junín y Santa Rosa, y para paliar el robo de materiales que sufre en los campos es que durante los últimos años logró reemplazar 30% del cableado de cobre por hilos de aluminio, que no tienen valor en el mercado negro.

Pero las pérdidas por robos no ha disminuido porque los delincuentes han puesto la mira sobre los transformadores y así, amparados en la oscuridad de la madrugada y con la soledad de los campos como aliada, las bandas tienen el tiempo suficiente para desmontar y destrozar equipos de  $ 60.000, y llevarse el cobre del interior, por el que no obtienen más de $ 4.000.

"Es difícil atraparlos en el lugar, porque la región que cubrimos es amplia y solitaria", explicó Alberto Vila, abogado de la cooperativa, y completó: "El problema se soluciona de una sola manera, con la decisión del gobierno de controlar a las chacaritas y a los acopiaderos de cobre, que es donde se hace el negocio sucio".

La vigilancia nocturna que la cooperativa hace de su tendido eléctrico, requiere de camionetas propias y de la contratación de policías, asunto que ha llevado a que cada vez más el robo de los transformadores se haya mudado de los caminos al interior de las fincas, donde la empresa eléctrica no tiene acceso sin permiso.

"Hay fincas en donde se han robado el transformador dos, tres y hasta seis veces y en cada caso hemos reemplazado el equipo, pero además hemos tenido que pagar multas por el corte del servicio, cuando claramente no somos los causantes de la falla, sino víctimas de un robo", señaló Álvarez, y subrayó: "Y estos robos ocurren ante la indiferencia del Estado, que nos cobra multas cuando en realidad tendría que garantizar la seguridad en la zona, que es una de sus obligaciones".

Hace menos de diez días, en una recorrida de vigilancia por zonas de Alto Verde, el personal policial contratado por la cooperativa eléctrica se tiroteó con delincuentes que estaban desmontando un transformador: "No se pudo detener a nadie, pero eso habla de que van armados y que no tienen problemas en empezar a los tiros si se ven descubiertos".

En los últimos diez años y producto del robo, la cooperativa eléctrica Alto Verde tuvo que reemplazar un tercio de los 1.700 transformadores que tiene en la zona Este: "El subsidio que el consumidor rural recibe en su boleta por la electricidad que consume no cubre las pérdidas por robo que padecemos y que también lo afectan, algo que venimos reclamando sin respuesta desde hace años, debido a los montos millonarios de los que hablamos", agregó Álvarez.

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