La derrota del América de México contra el Guangzhou chino en la Copa Mundial de Clubes fue un recordatorio oportuno para River Plate de que ya no hay rivales pequeños en el fútbol.
El Millonario es amplio favorito para doblegar mañana en su debut al monarca japonés Sanfrecce Hiroshima y avanzar a una eventual final contra el Barcelona.
“Desde que ganamos la Libertadores, la gente me dice que no importa si volvemos a ganar la Sudamericana o el torneo nacional: Lo que quieren es el mundial de clubes”, expresó Leonel Vangioni a su llegada a Japón.
Hiroshima, un club apoyado financieramente por la firma automotriz Mazda y que se consagró campeón de Japón tres de los últimos cuatro años, llegó a las semifinales tras doblegar 2-0 al Auckland City y 3-0 al Mazembe de Congo.
Es dirigido desde el 2012 por Hajime Moriyasu y tiene como figuras al volante croata Mihael Mikic y al brasileño Douglas, máximo goleador del equipo.
Para el técnico Marcelo Gallardo, “River tiene que hacer lo que sabe: tener la pelota, administrarla con criterio, tratar de jugar lo más lejos de nuestro arco y estar muy concentrados. Debemos sostener la idea de que debemos hacer nuestro juego. Y hacer que jueguen incómodos, ser inteligentes. Y ocupar bien los espacios”.
Pero Gallardo asegura que el equipo llegó “muy bien”' a Japón. “Entrenamos 15 días con intensidad y también en lo motivacional para llegar mejor preparados”.
“Es un equipo muy ordenado”, comentó Marcelo Barovero tras ver el encuentro contra Mazembe. “Tiene una idea que respeta durante todo el partido, con una línea de juego muy marcada. En líneas generales es muy parecido al Gamba Osaka, el rival que nos tocó enfrentar en la (Copa) Suruga”, acotó el portero, aludiendo a otro trofeo que ganó River este año.
Barovero considera este torneo como el fin del gran ciclo de la temporada pasada. “Hicimos un camino de subida, todo se fue dando en escalera, ganamos el torneo local, después la Sudamericana, luego la Libertadores... Esto es como haber llegado a la cima de la montaña”, cerró.
