El vibrante y para nada amistoso Superclásico de Mar del Plata, que quedó en manos de River por 2 a 0, dejó contentos a los triunfadores y muy caliente a todo Boca que, con Guillermo Barros Schelotto a la cabeza se la agarró con el árbitro Néstor Pitana, de arbitraje irregular.
El Mellizo, quien fue expulsado por excederse en sus reclamos y no respetar los límites del corralito durante el encuentro, quiso esperar al juez misionero en el vestuario luego del final del partido, pero una vez que todos sus dirigidos ya habían ingresado en el camarín del José María Minella desistió de la idea. Eso sí, no se calló ante los micrófonos.
"Me acerqué a decirle algo a Pavón y el árbitro interpretó que no me podía meter dentro de la cancha. El arquero de River lo golpea a Pavón, era penal", dijo el entrenador xeneize en referencia a una jugada en la que Batalla le estira la pierna a Pavón sin llegar a tocarlo, luego de quedarse con la pelota. El delantero de Boca, antes le había apoyado el codo en las costillas. Guillermo vio penal para su equipo en esa jugada y por eso reaccionó de una manera desmedida.
Pero el DT tampoco entendió por qué tras el entretiempo Pitana echó a Gallardo y a Gustavo (ambos equipos se retrasaron en la salida al campo).
"Por reglamento expulsó a los entrenadores cuando no entraron a tiempo, pero el partido empezó más tarde, entonces tendríamos que haber echado al árbitro. Y si se permiten cuatro cambios es que no hay reglamento. No tendría que haber echado a Gustavo y a Gallardo.
No puedo decir técnicamente cómo estuvo Pitana, sí que advierto algunas situaciones que en el campeonato no se permiten", expresó visiblemente molesto.
"Y decí que lo del final no pasó a mayores. No tendría que haber expulsado a Insaurralde y a Driussi nada más. Si somos permisivos se termina desvirtuando el juego y no sirve. Lo había avisado, que dirijan como dirigen en el campeonato", cerró el Mellizo sobre Pitana.
Daniel Angelici, presidente de Boca, lo respaldó: "No entiendo para qué vienen seis árbitros si ninguno ve que Batalla le tira una patada a Pavón".
Del otro lado, un Gallardo más relajado también le apuntó al árbitro: "No se usó el sentido común. Si era reglamentario no tenía sentido porque había cuatro cambios. Yo quería que me explicaran porque estas cosas no las entiendo". En cuanto a la victoria, el conductor de River se mantuvo en la misma línea que había sostenido en la semana previa al Superclásico.
"Era un partido preparatorio para la final del fin de semana que viene con Lanús. Siempre deja alegría ganar un clásico. En el último partido previo a jugar por un trofeo necesitábamos jugar bien. El partido fue bastante parejo en situaciones pero hicimos la diferencia desde lo mental", analizó el Muñeco. Y remarcó: "El equipo corrió, jugó con inteligencia y fue fuerte mentalmente".
Guillermo, por su parte, se quedó con la producción que su equipo hizo en los 45 minutos iniciales. "Me llevo el primer tiempo, en el cual intentamos jugar. Pavón llegó dos o tres veces por los costados, pero no acertamos en el área. A partir del gol de penal nos hacen otro de pelota parada y eso no nos puede pasar. En una mala salida se genera el penal. Sirve para darnos cuenta que podemos tener buenos partidos pero que si nos equivocamos en la salida nos pueden hacer goles", cerró.
La alegría millonaria
En tanto el uruguayo Camilo Mayada resaltó la victoria ya que "este tipo de partidos no abundan en el año, son tres o cuatro, y ahora faltan meses para el próximo superclásico", que se jugará en abril próximo en La Bombonera por el Campeonato de Primera División.
En cuanto a los incidentes que motivaron las expulsiones de Juan Manuel Insaurralde y Darío Benedetto en Boca y de Sebastián Driussi en River manifestó que "fueron cosas del partido pero no hubo golpes".
Por su parte el talentoso volante Ignacio Fernández destacó que "el partido fue cortado y trabado y River supo jugarlo", al tiempo que aclaró que "de amistoso no tuvo nada".
"El primer tiempo fue parejo, habíamos llegado y Boca también, pero en el segundo fuimos muy superiores, marcamos y supimos manejarlo", resumió.
River jugó anoche su último partido de preparación en el verano antes de afrontar el primer compromiso del año, la Supercopa Argentina frente a Lanús, el sábado próximo en La Plata, donde buscará el séptimo título oficial en la era Gallardo.