River Plate se quedó ayer con el clásico ante San Lorenzo, al que venció 1-0 en el Monumental, por haber despertado antes de un letargo en el que se sumieron los dos equipos durante todo el primer tiempo.
El uruguayo Carlos Sánchez anotó el gol a los 3 minutos del segundo período y por su buen trabajo en gran parte de la etapa final fue la figura del partido.
Recién sobre el final, apenas un par de minutos antes del cierre, San Lorenzo tuvo dos chances, pero en ambas emergió el arquero Marcelo Barovero, de vuelta a las canchas tras varios partidos afuera por lesión, una de ellas con una tapada magistral a Héctor Villalba.
El primer tiempo el partido que jugaron River y San Lorenzo no mereció la categoría de clásico por lo aburrido que resultó.
Los dos técnicos superpoblaron el campo y ninguno halló el hilo de Ariadna que lo condujera a generar situaciones claras de gol. San Lorenzo salió a esperar pero no logró sacar ningún contragolpe, y River padeció la falta de un volante creativo que pudiera quebrar líneas del rival con algún pase o acción individual.
La línea de tres le jugó una mala pasada a River cuando Sebastián Blanco abrió hacia la derecha para Mussis y cuando el ex Gimnasia encaraba y Barovero dudó, desperdició la chance al enviar mal el centro a Matos.
Apenas un remate cerca de un palo ejecutado por Lucas Boyé a los 23’ fue la única llegada riverplatense en la abúlica primera etapa.
En el segundo período River pudo destrabarlo rápidamente con el gol. Un rápido lateral de izquierda encontró a Ariel Rojas lanzándose al ataque, con la defensa de San Lorenzo dormida, mandó el centro casi sin mirar al medio del área, y Sánchez le ganó la posición a Yepes para luego definir junto al palo izquierdo de Torrico.
A partir de ahí se dieron los mejores quince minutos de River en el partido, con un Sánchez que en esos minutos resultó imparable. De hecho, a los 9’, Cavenaghi cruzó para el uruguayo, quien se sacó de encima la marca de Yepes, se acomodó y sacó un zurdazo combado que casi se mete en el segundo palo.
Con la entrada de Gonzalo Martínez, Sánchez encontró un socio y el ex Huracán pudo manejar la pelota y la desesperación del rival.
San Lorenzo despertó a dos minutos del final, y tras una gran jugada de Romagnoli y centro de Matos, Villalba tuvo su remate franco para definir, pero Barovero puso el pecho y mandó la pelota al córner.
Antes del final, el arquero despejó un cabezazo de Cetto en el último intento de la urgencia sanlorencista.