River viajó a Córdoba con juveniles y suplentes. Y el resultado ante Talleres, que apunta a ser la revelación de este torneo, fue lógico y justo.
Aplastante victoria por 4-0 del local ante el equipo de Marcelo Gallardo, que se concentra en lo que será la revancha ante Lanús por la Copa Libertadores el próximo martes.
De movida, Talleres tiró las cartas ante un equipo inédito -y con apenas algunas prácticas- como el del Millo. Así, durante la primera parte del segmento inicial, el elenco de Frank Kudelka fue el que tomó la iniciativa ante un River que no podía hacer pie.
Frank Kudelka puso su once de gala. Pablo Guiñazú dominó el medio, Joao Rojas complicó por izquierda a Augusto Aguirre -uno de los debutantes- y Emanuel Bebelo Reynoso intentó ser el eje de un equipo que necesitaba un triunfo para acomodarse dentro del lote de equipos que escoltan al líder, Boca.
Recién a partir de los 25 minutos, luego de varios sobresaltos, los pibes de Gallardo se fueron acomodando e incluso teniendo algunas situaciones para romper el 0-0.
Pero fue Ramírez el que facturó en favor de la T, con un remate al primer palo del arquero Augusto Batalla, con cierta complicidad.
En el segundo tiempo, River fue por el empate en los minutos iniciales. Pero Talleres se encargó de apretar el acelerador y terminar de inclinar la historia a su favor: primero con una gran jugada colectiva concluida otra vez por Juan Ramírez.
Luego, ya con un visitante descontrolado, una contra de Marcelo Torres, cuyo pase pertenece a Boca, para estampar el 3-0. Y al toque, un penal de Rossi que Olaza se encargó de transformar en el 4-0 final, que significa la derrota más abultada para Marcelo Gallardo desde que es DT de River.
La “T” fue demasiado para el improvisado elenco del Muñeco, que ya le apunta a la revancha con el Grana por la Libertadores. Para los de Kudelka fue la cuarta victoria en esta Superliga y el quinto partido sin recibir goles en contra.
Talleres le quitó el invicto en la Superliga a River y sueña con ser protagonista.