Rivadavia es sede de un gran encuentro de la aviación civil

Unas 150 aeronaves participan de la exhibición hasta hoy. Hay acrobacias, vuelos de bautismo y paracaidismo. La entrada cuesta $ 100. También hay espectáculos y patio de comidas.

Rivadavia es sede de un gran encuentro de la aviación civil
Rivadavia es sede de un gran encuentro de la aviación civil

Durante este fin de semana, Rivadavia es la sede de un encuentro nacional de la aeronáutica civil, que está abierto al público y al que llegaron desde distintos puntos decenas de pilotos y aeronaves.

El evento culmina esta tarde y se realiza en el aeródromo de Aerotec SA, firma que acaba de inaugurar en sus hangares una planta de ensamble de aviones livianos y que, para celebrar, organizó junto a la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac) y la comuna de Rivadavia un espectáculo que incluye vertiginosas acrobacias aéreas, vuelos de bautismo por $ 300, saltos en paracaídas y también la exhibición de más de un centenar de máquinas, entre aviones, helicópteros, planeadores y globos.

También están presentes los amantes del aeromodelismo y el ala delta, hay quioscos temáticos donde se venden juguetes, gorros, llaveros y prendedores relacionados a la aviación, también un escenario con música en vivo y patios de comida.

“Volar es una pasión y también una actitud en la vida”, resume Mario Cardama (37), piloto desde los 15 años y miembro de la familia dueña de Aerotec SA. En la siesta de este sábado, Mario acaba de bajar de su aeronave, luego de cruzar los cielos del aeródromo en una serie de desafiantes acrobacias que fueron seguidas por centenares de personas.

El predio del aeródromo está muy cerca del lago municipal, tiene más de 80 hectáreas y allí, la gente se reparte en distintas actividades o se sienta a mirar el paso acrobático de los aviones.

“Alguna vez he tenido sueños en los que planeaba sobre la ladera de una montaña, pero la verdad es que jamás he volado, nunca me animé”, cuenta una mujer mientras sigue la pasada frente al palco de media docena de aviones; enseguida, algunas de esas naves vuelven y giran en ‘tonel’ a uno y otro lado, para luego ascender durante centenares de metros y enseguida, dejarse caer a pique en una nueva pasada rasante en ‘filo de cuchillo’.

Jorge Malatini ha sido tres veces campeón nacional de acrobacias y hoy está en Rivadavia; tiene la experiencia de más de 29 mil horas de vuelo y así es como el hombre hace fácil lo difícil: “Lo más complicado es coordinar con el resto de los pilotos para que el ejercicio se vea armonioso”, explica y enseguida da alguna orden para que recarguen combustible en su avión.

También hay vuelos de bautismo para aquellos que por primera vez se animan a estar cerquita de las nubes, y por allí, un grupo de modelistas exhibe detalladas réplicas de aviones y helicópteros, entre ellos Daniel Gómez que muestra su TC48 y cuenta que es un homenaje al avión argentino que se esfumó en el aire de Costa Rica, el 3 de noviembre de 1965.

“Días antes había salido de El Plumerillo; yo era un pibe y estuve allí”, cuenta Gómez y sigue: “Llevaba 69 oficiales y nunca se encontraron los restos sobre el Atlántico. Le pasó como al de Malasia, aunque el TC48 alcanzó a lanzar un mensaje de socorro”.

La entrada al evento Mendoza Vuela sale $ 100 por persona, a lo que hay que sumar otros $ 20 por la playa de estacionamiento; eso sí, los menores de 12 años no pagan.

En el sector oeste del predio está la gente de la Federación Argentina de Vuelo Libre, quienes le explican al público cómo es eso de volar en parapente e invitan a arrimarse por el cerro Arco para vivir la experiencia.

En otra zona está Leandro Guijarro (59) que desde hace 40 años ocupa parte de su tiempo en construir y hacer volar aviones réplica. Como él hay muchos otros y se juntan todos los fines de semana en Rivadavia.

“En este hobby hay de todo: tenés aviones que cuestan $ 20.000 y otros que son armados por unos pocos billetes; el asunto depende del bolsillo y del tiempo que uno tenga. Lo principal es contar con un motor y una radio para controlarlo y eso lo hacés con $ 2.000”, cuenta Leandro y a su lado, Alfredo Papini asegura que no hay edad para el aeromodelismo.

Mientras tanto y en el cielo, cruza silencioso un planeador y más allá, un biplano dibuja líneas con el humo que deja a su paso.

Nueva fábrica de aviones

Este viernes Aerotec SA dejó inaugurada una serie de nuevos hangares, el balizado de su pista  de 1.400 metros que le permite hacer vuelos nocturnos y también su planta de ensamble de aviones livianos, la primera en su tipo dentro de la provincia.

“Luego de una negociación muy larga llegamos a un acuerdo y vamos a ensamblar en Rivadavia (y para toda América Latina) los aviones livianos de la marca Tecnam, que son mundialmente reconocidos por la calidad de sus prestaciones y por el ahorro de combustible que supera el 30% respecto a otras naves de similar característica”, explicó Diego Cardama, de Aerotec SA.

Para operar su línea de ensamble, la empresa rivadaviense amplió los hangares de su aeródromo y espera producir un promedio de 30 unidades al año, para lo cual está capacitando a su personal en visitas a la firma fundadora de las naves.

“Este tipo de aviones que se utiliza, básicamente, para el entrenamiento de pilotos y en la Argentina, la edad promedio de los aparatos es de 40 años. Lo que proponemos es renovar las flotas por unidades más rentables y seguras”, agregó el empresario del Este.

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