“Esta gestión municipal ha puesto mucho acento en la educación y al proyecto hay que analizarlo en ese contexto”, explican desde la comuna de Rivadavia, que con recursos propios comenzó a construir un centro universitario en los viejos galpones del ferrocarril, una idea similar a la que Junín y Rivadavia aplican desde 2013 y que ya cuenta con 1.500 alumnos (ver aparte).
La obra ha sido dividida en dos etapas y planea recuperar la estructura de un viejo galpón ferroviario de 120 metros de longitud. “Es el más grande de la región y en esta etapa vamos a trabajar sobre la mitad, con la idea de tenerlo habilitado para la primavera”, explica Graciela Sosa, a cargo del área de Obras Públicas.
Así, dentro de la primera etapa de la obra los trabajos avanzan en distintos frentes: por un lado, se ha reforzado la estructura de las columnas del galpón para luego impermeabilizar los techos; por otro, se construye un pequeño edificio aledaño, a modo de fuelle del galpón, donde habrá oficinas y los sanitarios.
Luego de casi dos décadas de abandono, los galpones ferroviarios de Rivadavia han sido desmantelados por la gente que se llevó casi todo lo que tenía algún valor, principalmente las chapas de las paredes y los suelos de madera. “No dejaron nada, solo los techos y a partir de eso vamos a recuperar la estructura”, señalan desde el municipio.
Así, y una vez impermeabilizados los techos, la obra prevé paredes de construcción en seco, para darle forma a un total de seis aulas en esta primera etapa, un edificio que se completa con los sanitarios, la sala de profesores y las oficinas administrativas. En total son unos 700 metros cubiertos.
Para dos terciarios
“La idea es que el centro universitario funcione en dos o hasta tres turnos”, explican en la comuna y para cuando esté habilitada la primera etapa, ya hay quienes ocuparán esas aulas: por la mañana lo harán los estudiantes del Instituto de Educación Física (IEF) y por la tarde el Instituto Superior de Educación Técnica (Insutec), que en Rivadavia dicta desde este año una tecnicatura en gas y petróleo.
Hoy, ambas instituciones usan espacios del edificio de la Universidad Tecnológica Nacional, por lo que contar con nuevas instalaciones simplificaría la actividad para todos.
“En principio serán ellas las que ocupen el centro universitario, pero la idea de la comuna es firmar convenios con otras instituciones, aunque siempre apuntando a que sean gratuitas y con la idea de que nuestros jóvenes se queden a estudiar en la ciudad, sin necesidad de viajar”, subrayan desde el municipio.
La obra para reacondicionar la mitad del galpón ferroviario ya está en marcha y demandará una inversión cercana a los 7 millones de pesos, fondos que salen de las arcas municipales.
"Todo el gasto lo hace la comuna, pero una vez que el edificio esté terminado el IEF ha prometido equiparlo con el mobiliario necesario para su funcionamiento".
Una vez habilitada la primera etapa, que la comuna espera tener lista para la primavera, el municipio comenzará a proyectar la restauración del segundo tramo del galpón, una obra que quedará para el próximo año.
Un predio similar al que gestionan Junín y San Martín
En la zona Este, Junín y San Martín tienen en conjunto un proyecto similar al que ahora encara Rivadavia, y que funciona desde 2013. El campus universitario también está levantado en terrenos del ferrocarril, utiliza dos galpones remodelados y asisten algo más de 1.500 alumnos a carreras dictadas por cuatro universidades.
La infraestructura inicial, montada en los ferrocarriles de La Colonia, en el límite con San Martín, lejos de ser hoy viejos galpones, cuenta con espacios cómodos para el dictado de clases, calefaccionados, con wifi y la posibilidad de usar pantallas como pizarrones.
Hoy, ambas comunas tienen acuerdos firmados con las universidades Maza, Congreso, Aconcagua y UNCuyo para el dictado de una veintena de carreras y cursos, entre los que se cuentan Nutrición, Abogacía, Educación Física, Kinesiología, Contabilidad y a las que este año se sumaron Psicología, Logística, Enfermería y Educación Física.
Al igual que Rivadavia, sus vecinos Junín y San Martín buscan ofrecer carreras a los jóvenes, con la idea de dar posibilidad de estudios en la región, sin tener que viajar hacia el Gran Mendoza.
