"Llega Abel Pintos a Rivadavia y seguro llueve", era el comentario más escuchado en la previa de la presentación del Pájaro Cantor en el festival de Rivadavia Canta al País. Y fue así, en lo que se convirtió en una especie de cábala, promediando la mitad del show del bahiense en el Este la tormenta se hizo sentir.
Desde temprano se podía ver ingresar a los más precavidos con su paragua en mano o con algún piloto en el bolso. Pero para aquellos a los que el pronóstico los tomó por sorpresa también hubo solución: silla en la cabeza y a seguir, porque "el show debe continuar".
Vestido de punta en blanco, literalmente, el músico rompió el hielo con "Te juro que no". Casi sin pausa le siguió "Siempre aquí te espero", ambas acompañadas con su guitarra. Desplegando todo su histrionismo arriba del escenario y bailando de punta a punta, llegó el turno de "Pájaro Cantor" y a continuación "Aventura".
Antes de continuar con su lista de éxitos, Abel se tomó el tiempo para saludar al público. Incentivadas por su chupin blanco, las fanáticas de la primera fila, seguidas por el resto de las comenzaron a cantar: "A ver, a ver... Cómo mueve la colita…". Entendiendo completamente el juego, Abel respondió: "No. ¿Ustedes se piensan que yo me voy a dar vuelta?", preguntó pícaro.
Y poniéndose de espaldas dijo: "Si ustedes piensan eso, no me conocen realmente", bromeó. "Como voy a hacer esa pavada", dijo irónico mientras caminaba de espalda al público moviendo sensualmente sus caderas.
Antes continuar con lo mejor de su repertorio, Abel recordó un tanto conmovido su primera vez en el escenario de Rivadavia. "Me emociona mucho", reconoció al comparar la ilusión de su debut en el escenario, con este multitudinario show.
Cuando las nubes comenzaban a amenazar en el cielo rivadaviense, el show continuó con una seguidilla de temas iniciada con "Oncemil", seguida de "Como te extraño", "Mariposa" y "Tanto amor". Justo cuando sonaba "Sin principio ni final", la tormenta comenzó a dar sus primeras señales. Hasta que se hizo presente tímidamente mientras Abel cantaba "El mar".
Bajo una lluvia cada vez más abundante, el folklore se adueñó de la escena con el mendocino Sebastián Garay como invitado. Juntos interpretaron "Mi error" y "La Flor del Sur".
Aunque la lluvia no paraba, Abel Pintos continuó sin pausa con su espectáculo. Así, se sucedieron una a una "Asuntos pendientes", "Cien años" y "Ya estuve aquí", tema con el que las fallas en el sonido dieron los primeros indicios de que la tormenta podía ganar la batalla.
Fue entonces cuando el músico redobló la apuesta: se sacó el chaleco blanco que completaba su vestuario y se puso a bailar bajo la lluvia con "Y la hice llorar", canción que canta con Los Ángeles Azules. Y la fiesta no paró, el artista de raíces folclóricas siguió danzando al ritmo de "Cuantas veces".
Con el escenario ya notablemente mojado, todo continuó con "Motivos" y "De sólo vivir", y aunque la voluntad estaba, la situación ya se había tornado bastante riesgosa para él y sus músicos.
Después de 35 minutos cantando bajo la lluvia, Abel pronunció la frase que nadie entre el público quería escuchar: "Me dicen que tenemos que dejarlo aquí por seguridad, pero muchas gracias".
Y con una interpretación de "Revolución" que llegó crispar la piel de los presentes, comenzó a despedirse de sus fanáticos. Pese a que anunció que ese sería su última tema, le regaló la última perlita al público. "Vamos a hacer esta canción entre nosotros, porque al final todo queda entre nosotros", dijo y comenzó a tocar en versión acústica "Por una gota de tu voz".
Flameando la bandera de Argentina y luego de más de una hora y media de show, el "Pájaro Cantor" migró del escenario de Rivadavia Canta al País con "Pensar en nada" de fondo, en medio de una ovación total del público. Y aunque suene poco real, las gotas dejaron de caer y pese a que las nubes continuaban en el cielo, la amenaza de tormenta había desaparecido, pero Abel Pintos ya había dejado otra noche para el recuerdo en el Este.