Luego de un año de trabajos, Rivadavia completó la remodelación de una finca que la comuna compró en la zona de Los Campamentos, y que a partir de julio funcionará como una granja comunitaria para el tratamiento de pacientes con adicciones.
Por su modalidad, el proyecto resulta único en Mendoza y nació a comienzos de 2014, gracias a un convenio firmado entre la comuna, el gobierno mendocino y las autoridades de la comunidad terapéutica “Levántate y anda”, que funciona desde hace tiempo en San Luis y que tiene experiencia en la prevención y rehabilitación de personas con problemas de consumo de sustancias tóxicas.
Así, el municipio invirtió 2,4 millones de pesos en la compra y remodelación de la finca, la Provincia aportará mensualmente 200.000 pesos para el pago de sueldos del personal y la fundación pondrá su experiencia en el manejo de esta problemática. El ingreso de los pacientes al programa y a la granja será voluntario y esa admisión siempre deberá estar respaldada por una entrevista previa en algún Centro Preventivo de Adicciones (CPA).
“Lamentablemente, el crecimiento del consumo de drogas y alcohol es una realidad a la que no escapa Rivadavia ni el resto de la provincia y en los casos más graves, vemos que nuestros jóvenes deben ser internados en otras provincias porque acá no tenemos ninguna alternativa”, explicó el intendente de Rivadavia, Ricardo Mansur, y señaló que con ese fin es que se armó el proyecto, que funcionará desde julio.
La granja está en la esquina de calles Florida y Román Pellegrino y está compuesta por dos grandes viviendas separadas por unos 50 metros y un amplio terreno donde hay una cancha de fútbol, una de vóley y también una huerta. La primera de las casas, destinada a la internación, tiene más de 550 metros de construcción y está dividida en dos pabellones, uno para cada sexo; además hay cocina, comedor, baños, un consultorio, un salón de usos múltiples y una oficina administrativa. La segunda de las casas, algo más pequeña, es la de reinserción, donde la idea es que los pacientes salgan a trabajar y vuelvan.
La casa de internación tendrá espacio para 30 pacientes, de los cuales la comuna se reserva siete becas y otros 15 cupos son para la Provincia. “Todos los pacientes, incluso los recomendados por el municipio o el gobierno, tendrán que ingresar con la autorización previa de algún CPA”, explicó la psiquiatra Elizabeth Liberal, que atiende el área de Salud Mental del hospital Saporiti: “De todos modos, hay que tener en cuenta que la internación, aunque sea voluntaria como en este caso, siempre debe ser un último recurso de tratamiento”.
Al ser una comunidad abierta, los pacientes internados tendrán la oportunidad de abandonar el tratamiento cuando quieran; los que permanezcan deberán adaptarse a la rutina de actividades, que tendrán en la limpieza y el orden de las casas gran parte de las tareas.
Una de las características de esta granja es que también podrá ser usada por pacientes sin obra social e incluso sin dinero para pagar los costos, lo que iguala las oportunidades de los más humildes: “El Estado debe estar presente en este tipo de tratamientos, más allá de los meses o el tiempo que lleve la recuperación de un paciente. Sólo es necesario que el adicto acepte que tiene un problema”, agregó Mansur.
Según explicó la comuna, en estos momentos la fundación “Levántate y anda” está seleccionando al personal de psicólogos, nutricionistas, trabajadores sociales y operadores de la granja, según un perfil de profesionales que se adapte al trabajo con adictos. En julio comenzará a trabajar la granja con sus primeros pacientes.
