La Tercera Sección, como su vecina la Cuarta, tiene muchos lugares emblemáticos y una densa historia detrás de los frentes de los negocios y las casas.
La jurisdicción es grande, pero el foco de la descripción está puesto en la esquina de Rioja y Buenos Aires, sin desconocer que las inmediaciones contienen igualmente relatos, testimonios y vida transcurrida.
En el teatro bar Los Angelitos, ubicado en ese cruce, se enhebraron descripciones de la zona, contadas por el escritor y periodista Alberto Atienza (73) y la cantante de tangos Zaray Ortega (54), también dirigente de la Asociación de Músicos de Cuyo, entidad ubicada en la misma vereda.
Alberto, que trabajó en varios medios periodísticos, especialmente en Los Andes, habitó hasta la juventud en Salta al 1400. En un cuento de su autoría, "Los chicos del asfalto", relata las peripecias de pibes que tuvieron infancia en sectores ciudadanos "sin potreros donde jugar a la pelota o a las bolitas" y esa fue la realidad del que fue jefe de Policiales del desaparecido vespertino El Andino. "Nosotros jugábamos en un baldío, que con el tiempo cerraron para construir el edificio de LV 8 Radio Libertador".
La emisora es una referencia particular del sector en descripción. Salió al aire el 1 de abril de 1951, en un chalecito de la calle Martínez de Rozas, casi Emilio Civit, y pocos años después se instaló en calle Rioja, una edificación levantada específicamente para radio, con su concurrido auditorio para 250 personas.
Grandes artistas pasaron por ese recinto. La cantante Zaray Ortega, por vivir enfrente, disfrutó de intérpretes importantes, como Palito Ortega, Daniel Riolobos, Ricardo Yarke, Juan Ramón y Alba Solís, conociendo además al productor musical Ben Molar.
Los padres de Zaray, José Ortega (violinista, cofundador de la Sinfónica de la Universidad Nacional de Cuyo) y Mercedes Bonilla, vivieron siempre en Rioja 1439, y en esa dirección prácticamente nació la intérprete de la música ciudadana. En ese punto, una antigua casona, todavía funciona la Asociación de Músicos de Cuyo, con su pista de baile y demás dependencias.
Pero hubo una época en la que la gran propiedad también albergó un restaurante, Blanco y Negro (los colores del Lobo del parque), que administraban los Ortega.
Al lugar iban a comer personal de la emisora, artistas, y público en general. "Mamá le llevaba la comida a los operadores radiales, que no podían salir, y al ir con ella conocí a mucha gente del ambiente artístico", cuenta la tanguera.
En el sindicato de los músicos se realizaban grandes reuniones, especialmente para el Día de la Música, cada 22 de noviembre.
Al lado de la radio estaba la concesionaria Primo Meschini, predio que ahora ocupa el gigantesco edificio la Iglesia Universal del Reino de Dios, con una sala de eventos para 2.140 personas sentadas.
No muy lejos, a la vuelta, está emplazado el importante inmueble de la sede del Centro de Empleados de Comercio. Este gremio construyó una de las primeras propiedades en altura de calle Buenos Aires, al 330, que fue inaugurado en 1963. Allí habita el ingeniero Justo Pedro Gascón, -uno de los mayores biógrafos del famoso arquitecto Daniel Ramos Correas- y la escritora Mercedes Fernández, y lo hizo hasta hace poco el notable pintor José Bermúdez.
No queda nada
A pasos de la esquina tomada como referencia, estaba la zona de los cines, con sus inolvidables representantes: Gran Rex, Fantasio, Buenos Aires, Mendoza (sobre San Juan), Lavalle, Ópera y Cóndor (hoy Cine de la Universidad). Ya no queda ninguno, salvo el último.
Otro bastión es el café bar Los Angelitos, donde suben a escena, entre. actores de la talla de Ernesto "el Flaco" Suárez y Marcelo Lacerna. Un gran mural en una de sus paredes, creación de Alfredo Ceverino, es una de las 'joyas' del sitio. En el pasado, allí funcionó la imprenta de don Gildo D'Acurzio, un ángel para muchos escritores noveles de la época, a quienes les editaba sin cargo sus primeras obras.
Ni hablar del Centro Catalán, de calle San Juan, escenario destacado de la cultura provincial y base de la actuación de numerosos y reconocidos elencos teatrales.
También de este rincón de la ciudad era el productor de televisión, uno de los primeros de Canal 7, Egidio Sarli, fallecido recientemente a los 77 años. Es la familia propietaria del comercio de comestibles La Murciana, sobre Buenos Aires.
Hoy el área es muy comercial. Y en algunos tramos de Rioja se ubican locales de arreglo y venta de máquinas de coser y tejer. Dora Piñero (76) explicó que su esposo fue el representante de las máquinas Singer en Mendoza, y cuando cerró el negocio, algunos empleados abrieron locales del mismo rubro.
Otros negocios de antaño fueron el bar de don Baztán, la zapatería de Lucho y en calle Entre Ríos, antes de San Martín, el comedor Torchios (ahora librería), donde un Juan Domingo Perón joven iba a comer en los años '40. Llegaba al lugar a bordo de su Packard modelo 1937.
Menos proclive al recuerdo amable es el hecho de que en Buenos Aires funcionó durante años la delegación de la Policía Federal, que en años de la última dictadura militar fue centro de detención y apremio ilegal de ciudadanos.
También los vecinos recordaron con dolor que allí vivió Ricardo Caputo, en calle Salta al 1400, asesino serial que mató a 4 mujeres en Estados Unidos y fue condenado a reclusión perpetua por esos hechos. Murió en prisión en 1997.
El hombre que caminaba ensimismado
El escritor Alberto Atienza recuerda que cuando él era pibe veía pasar por calle Entre Ríos a un hombre bajo, de gruesos lentes, que caminaba ensimismado, sin mirar a los costados.
Era un joven Antonio Di Benedetto que se dirigía hacia la sede de Los Andes, luego de haber visitado a su madre y su hermana que vivían por allí.
Atienza niño no sabía quién era, pero con los años entró a trabajar al matutino de los Hermanos Calle, previo rendir un examen de ingreso que le tomó el novelista. Fue entonces cuando se animó a contarle al autor de "Zama" el recuerdo que tenía de sus caminatas en dirección al periódico.
Di Benedetto le reconoció que marchaba muy concentrado porque iba pensando en el desarrollo del cuento que estaba escribiendo en ese momento. "Me admitió que no miraba a ningún lado y que solo se fijaba al cruzar la calle para que no lo atropellara algún vehículo", evocó el cronista.
Setiembre del 53, la salida al aire
El 1 de setiembre de 1953 se inauguró el edificio actual de LV 8 Radio Libertador, concebido específicamente para funcionar como emisora radial.
El acto fue presidido por el gobernador peronista Carlos Horacio Evans, y el director de la radio, Eusebio Navesi. Sintonizando el dial de Libertador, los "radioescuchas" de entonces escuchaban a artistas como Leo Belico, Horacio Deval, Margarita Palacios y Gregorio Barrios; los amenos comentarios del uruguayo Wimpi (Arthur García Núñez) y los relatos de fútbol de Fioravanti (Joaquín Carballo).