El seleccionado argentino masculino de handball vio frustrado su sueño y no pudo dar otro paso histórico para clasificarse a los cuartos de final.
Los Gladiadores cayeron 22-18 en el juego contra Qatar, correspondiente a la quinta y última fecha del Grupo B de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El encuentro se disputó en el estadio Arena do Futuro y siempre fue de desarrollo favorable para los asiáticos.
Pablo Simonet (5 goles) fue el destacado del equipo nacional junto con Matías Schulz, otra vez con intervenciones de peso.
En el ganador, la solidez del arquero bosnio Daniel Saric y el alto porcentaje de lanzamientos convertidos fueron la clave para la victoria.
En la fase de grupos, Argentina perdió ante Dinamarca (25-19), Croacia (27-26), Francia (31-24) y le ganó a Túnez (23-21) antes de esta caída.
Ahora, la meta estará puesta en la preparación para el Mundial de Francia 2017, en el cual se podrá contar con el astro Diego Simonet en plenitud tras su rotura de ligamentos.
El equipo asiático es mirado por recelo por el mundo del balonmano y es cuestionado desde el Mundial que organizó el año pasado, donde perdió la final ante Francia, porque forjó su poderío gracias a los petrodólares de los jeques, que permitieron la nacionalización de jugadores de primer nivel.
La 'ONU del handball' la bautizaron los medios especializados, ya que cuenta en su nómina con 14 convocados con dos montenegrinos, dos bosnios, un francés, un cubano, un croata y un español, sumado a que su entrenador también es español y fue quien llevó a la selección de su país a ganar como local el Mundial de 2013.
El caso más llamativo es Saric, uno de los mejores del mundo, quien durante siete defendió la camiseta del Barcelona, con el que ganó la Liga de Camepones 2011, y decidió dejar el poderoso club español para pasar al club Al-Qiyadah de Qatar.