El maratonista que hizo una señal en contra el gobierno durante los Juegos Olímpicos de Río mientras llegaba a la meta no será procesado cuando regrese a su país, informaron autoridades de Etiopía.
El comunicado del gobierno surgió poco después que Feyisa Lilesa dijo a los periodistas que podría ser asesinado o encarcelado si alguna vez volvía a Etiopía. Consideró que protestar dentro de su país es ``muy peligroso''.
El medallista de plata cruzó sus muñecas en un intento por llamar la atención mundial hacia las protestas mortales en la región de Oromia en su país. Declaró a los reporteros que el gobierno etíope está matando a las personas y tomando sus recursos.
Un portavoz del gobierno, Getachew Reda, dijo a la afiliada estatal Fana Broadcasting Corporate que a Lilesa le ``será conferida una bienvenida heroica junto con los miembros de su equipo''.
No estaba claro de inmediato si Lilesa planea regresar a su nación.