La judoca brasileña Rafaela Silva cumplió su máximo sueño: volver a 'Cidade de Deus' ('Ciudad de Dios') con la medalla dorada que ganó en los juegos olímpicos Río 2016.
A los 24 años, esta deportista fue vitoreada por la multitud a su paso por la favela en la que se crió. Además de la presea de oro, la joven portó la bandera brasileña.
La deportista practica judo desde los 7 años, cuando sus padres la llevaron a una ONG para que practicara deportes y asì se pudiera alejar de la violencia en las calles cariocas.
Entrenado por el especialista Geraldo Bernardes, Rafaela demostrò sus aptitudes y fue plata en los Juegos Panamericanos de Guadalajarade 2011, en hasta 57 kilos. Ese mismo año fue subcampeona mundial en Paris y al año siguiente vivió una pesadilla cuando fue descalificada de los JJOO Londres 2012 porque los jueces consideraron que hizo un golpe ilegal sobre la húngara Hedvig Karakas.
"Muchos me criticaron y dijeron que era una vergüenza para mi país. Ahora soy campeona olímpica", expresó hoy.
Rafaela se reivindicó en el Parque Olímpico de Río 2016 cuando se impuso con un wazari a la mongola Sumiya Dorjsuren.
“Espero que esto sirva para los niños que ven el judo. Que crean que los sueños pueden hacerse realidad”, finalizò.
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Orgullosa, Rafaela muestra la presea dorada en el regreso a su barrio natal. (AFP)