El atleta argentino Germán Chiaraviglio vio trunco su deseo de pelear por una medalla y se despidió de los juegos olímpicos de Rio de Janeiro.
El santafesino no pudo superar la marca de 5.65 metros y se quedó con las ganas de pelear por una medalla en la gran final del salto con garrocha.
Ocho años había esperado este momento Chiaraviglio después de haber quedado eliminado en la clasificación de Beijing 2008. La lluvia amenazaba la noche en el Engenhao, y caían las primeras gotas mientras el santafesino encendía motores y empezaba a precalentar.
Para el momento de comenzar ya era una cortina de agua constante. Y el turno del argentino para iniciar la final en los 5.50 metros llegó en el peor momento, bajo un diluvio, con la pista patinosa: fue nulo, ni siquiera llegó a elevarse. Corrió hasta la base y el piso le jugó una mala pasada.
Después de ese intento fallido, los organizadores decidieron parar la competencia y esperar a que la lluvia mermara. Y al retornar al campo, 50 minutos más tarde, comunicaron –con lógica- que borraban ese primer nulo. A empezar de cero.
Ya en competencia, con el dorsal 2023, superó los 5.50 sobre el límite, en el tercer salto, tras dos nulos. Y llegó el turno de los 5.65. También fue accidentado, ya que tras el primer intento fallido, el argentino reclamó debido a que un auxiliar se había cruzado en su carrera. Los jueces le dieron la derecha y le permitieron hacerlo de nuevo. Pero hasta allí llegó. Estuvo cerca en los tres intentos, pero en todos terminó derribando la vara en el giro final y se desipdió de los Juegos.
El santafesino de 29 años había logrado el pase a la final el sábado al saltar 5.70 metros y lograr así su mejor marca en la temporada. La mejor de su carrera sigue siendo los 5.75 que logró en los Panamericanos de Toronto en 2015 cuando obtuvo la medalla de plata.