Con una campaña arrolladora y un plantel plagado de figuras, Rincón del Atuel se quedó con el bicampeonato de San Rafael, al derrotar a un juvenil Huracán por 3-1, equipo que le pudo hacer frente y controlarlo hasta los 36' del primer tiempo y en parte del complemento.
Los goles que le dieron el título al Verde de la Primavera fueron obra de Germán Rivero a los 36' y de Renzo Martínez (41'), ambos en la etapa inicial, mientras que en el complemento, Juan Carlos Ferreyra a los 29' puso cifras definitivas, en tanto que a los 2' Damián Reyes había descontado para darle mayor emoción al desenlace.
Sin embargo la alegría del Globo duró poco y porque Rincón lo liquidó con el tanto del Tanque que terminó coronando a su equipo a falta de dos fechas.
Con el empate y el andar que tuvo durante las siete fechas anteriores, donde se mantuvo invicto, con más de 20 goles a favor y pocos en contra, Rincón llegó al Gigante de Pueblo Diamante acompañado por más de 700 hinchas que colmaron el sector asignado, esperando el grito de campeón. Huracán, al principio le ahogó los sectores de creación, se paró de igual a igual a pesar de la desventaja de nombres.
Rincón no encontraba los espacios y sólo López hacía pata ancha en el medio. De un error en la salida del fondo local se abrió el marcador. Robó Canales, abrió a la derecha para Germán Rivero -que poco había entrado en juego- y no perdonó a Dichara para que comenzaran los festejos.
A partir de ahí, el visitante se mantuvo tranquilo y Huracán perdió el ímpetu del inicio, soltó algunas marcas y de otra mala jugada, Renzo Martínez apareció para cerrar el primer tiempo con un dos a cero que se hizo más cuesta arriba para el Globo.
En el inicio del ST, el ingreso de Reyes le dio otro aire al local y en la primera, robó a la dormida defensa Verde y de emboquillada por encima de Barroso puso el descuento. La visita sintió el golpe ante un Huracán que soplaba fuerte y que tuvo chances de empatarlo.
Y Cuando era más el Globo, su última línea cometió un nuevo error, quedando tres jugadores de Rincón frente a Dichara, momento en el que Ferreyra sólo tuvo que empujarla para el 3-1. Ganaba Rincón en la cancha y en la tribuna se cantaba el dale campeón a medida que los minutos se esfumaban, la ilusión de un nuevo título aumentaban. Con el pitazo final, la alegría se trasladó por cada rincón de Rama Caída y en el Gigante de Pueblo Diamante no pararon de celebrar.
Y para coronar una tarde de fútbol, el dueño de casa no quiso quedarse afuera de los festejos y su plantel le realizó el tradicional pasillo a los campeones, ante el aplauso cerrado de sus hinchas. Corona para Rincón por supremacía, fútbol y personalidad, pero también ganó el fútbol sanrafaelino con actitudes de clubes que aplauden al campeón.
