El “Rina/Worknet”, tripulado por Nico Cubría, se quedó con la clasificación general de las dos regatas preparatorias, que sirvieron como prólogo para el segundo round de la Triple Corona. Torneo que hoy, a partir de las 11, comenzará a disputarse en el dique Potrerillos.
Con un sol pleno y vientos que promediaron los 15 nudos de intensidad la previa al Campeonato del Oeste ofreció una cancha rápida y también exigió un gran despliegue de las tripulaciones de los veleros J-24 y Soling.
Una flota de 25 barcos, entre ambas categorías, que buscará hasta el lunes coronar el podio y reclamar la corona que el año anterior supo conquistar "Índigo" de Ezequiel Despontin.
Mientras la grúa, ubicada frente a la costa de los windsurfistas, terminaba de posar sobre el agua a los barcos rezagados y las lanchas de asistencia distribuían a las tripulaciones, las señales sonoras del barco de comisión llamaban a los preparativos de largada.
El bautismo de fuego
El intenso movimiento de las embarcaciones para abrir el portón de largada comenzó pasadas las 13.30 con una sorpresa. El día tenía reservado para una docena de periodistas su bautismo naval. Ellos, con el auspicio de la Subsecretaria de Deportes de Mendoza, vivieron la experiencia de navegar en un barco de carreras.
Con algunos nervios, propios de lo desconocido y la atención pulsando fervorosamente con la curiosidad, se acoplaron a los desplazamientos por la cubierta. Algunos tuvieron un aprendizaje a toda velocidad y colaboraron con las maniobras de velas. El Quattro, de Elder Paschetta, fue el dueño del primer parcial de ayer para los veleros de casi ocho metros de eslora (largo). En tanto que, en la clase Soling, se impuso en la primer manga el “Obelix” de Alejandro Chometowky.
Con las cartas ocultas
En la jornada que también sirvió como puesta a punto para los barcos, las estrategias de los candidatos al podio ayer fueron un misterio. Intervinieron en la lucha por llegar primeros a la boya de barlovento, pero luego se escondían entre los velamen rivales.
“Piedra Blanca by Morrucho”; capitaneado por el mendocino Sebastián Halpern, se entremezcló con el “Índigo” de Ezequiel Despontin y también el “Extasis” del uruguayo Pedro Garra.
Mientras que el el "Chicas Picantes" llamó la atención, el velero timoneado por Mariana Crousse estaba íntegramente formado por una tripulación femenina, llevándose los aplausos en la segunda regata por una maniobra audaz y en la que logró sobrepasar a dos contendientes en barlovento.
El nivel de los participantes promete tener un gran atractivo y además de un despliegue interesante para los amantes de esta actividad.