El presidente estadounidense, Barack Obama, inició una visita a Corea del Sur, advirtiendo a Corea del Norte que las amenazas no le aportarán "nada", en momentos en que se teme que Pyongyang realice una cuarta prueba nuclear.
Además, "China está empezando a reconocer que Corea del Norte no representa solamente una molestia, sino también una amenaza significativa para su propia seguridad", indicó Obama.
Desde Tokio, primera etapa de su gira asiática, antes de viajar a Seúl, Obama había pedido a China que convenza a Corea del Norte de que abandone su programa nuclear.
Por otra parte, el gobierno norcoreano detuvo a un ciudadano estadounidense acusado de "comportamiento impetuoso" durante su paso por los servicios de inmigración a su llegada al país el 10 de este mes, indicó ayer la agencia de prensa oficial KCNA.
En una breve nota, indicó que el estadounidense, identificado como Miller Matthew Todd, de 24 años de edad, fue detenido el 10 de abril "por su comportamiento impetuoso durante las formalidades de entrada" a Corea del Norte.
La agencia dijo, además, que el estadounidense permanece detenido y que se abrió una investigación.
La portavoz del departamento de Estado de EEUU, "Jen" Psaki, dijo que Washington estaba al corriente a través de informes de la detención de este ciudadano norteamericano, pero que no contaba con información adicional.
"Hemos estado en contacto con la embajada de Suecia respecto a estos informes", dijo ante la prensa, agregando que "no hay mayor prioridad para nosotros que el bienestar y la seguridad de los ciudadanos de Estados Unidos".
Washington no mantiene relaciones diplomáticas con Pyongyang y la embajada de Suecia suele actuar como representante en los casos que atañen a ciudadanos del país del Norte.
¿Cuarta prueba o "farol"?
Según un centro de estudios estadounidense especializado en Corea del Norte, poco antes que se produjera la llegada del presidente Obama a Seúl, Pyongyang parecía encontrarse en plenos preparativos para un cuarto ensayo nuclear.
Imágenes tomadas desde satélites muestran un aumento de las actividades en el sitio de Punggye-ri, donde se desarrollan las pruebas nucleares de Pyongyang, las que estarían vinculadas "probablemente a la preparación de una nueva detonación", indicó el instituto estadounidense-surcoreano de la universidad John Hopkins.
Anteriormente, Corea del Norte realizó tres pruebas nucleares: en octubre de 2006, en mayo de 2009 y en febrero de 2013. Fueron ensayos prohibidos por la ONU y que en cada una de estas ocasiones provocaron nuevas sanciones internacionales contra el país asiático.
Los analistas están divididos en cuanto a la probabilidad de que esta cuarta prueba tenga lugar simultáneamente a la visita de Obama. Algunos consideran que Pyongyang busca sobre todo hacerle "castañetear los dientes" a Estados Unidos y Corea del Sur, pero prefiere evitar la cólera de China, su único aliado de peso.
Corea del Norte había calificado esta semana de "peligrosa" la gira de Obama, considerando que agravará la tensión militar y tendrá consecuencias negativas para "la carrera armamentista nuclear".
Además de los temores de una nueva prueba nuclear norcoreana, esta visita de Obama está dominada por el duelo, tras la muerte de 183 personas y la desaparición de otras 119 en el naufragio de un transbordador.