Riendo entre canallas

La actriz y productora española Sil de Castro y el comediante uruguayo Fernando Pallas, dos de los invitados al Mundial de Stund Up, hablan sobre el difícil y apasionante arte de “hacer reír” y del humor en tiempos de denuncia.

Riendo entre canallas

Tiene una mirada que desborda picardía y el carisma a flor de piel. Sil de Castro, una de las invitadas al Mundial de Stund Up que por estos días se realiza en Mendoza, ha llegado desde España para ponerle candela al verano local.

“En el stund up no hay personajes, eres tú mismo”, dice la chica de barrio que a los 14 años descubrió el teatro y, desde entonces, no paró de descubrirse en la comedia, la performance, el teatro de calle, el cabaret, el cuentacuentismo y el café-concert.

“Se trata de tus propias experiencias, de lo que vives, de la percepción de tu propio cuerpo. Puede que caricaturices o que uses la ironía; pero no puedes vender lo que no eres. Me gusta esta definición del stand up: el público tiene que sentir, al final de la noche, que se puede tomar una cerveza contigo”, dice.

El actor y dramaturgo uruguayo Fernando Pallas (que reside en Rosario) asiente y aclara: “No es un monólogo, es un diálogo con el público”. Él es otro de los invitados que componen ese interesante grupo de comediantes que andan, noche a noche, haciéndonos reír inteligentemente por los bares: una lista que se completa con Roberta Castro (La Plata), Rodrigo Vázquez Mena (Chile), Fernando Puente (Capital Federal) y Pablo Valenzuela (La Plata) y Federico Marzano.

Desde la mirada ácida hasta el juego de palabras, ambos son conscientes de que, a la hora de sentarse a escribir, no hay nada más difícil que un texto de humor. “Yo tengo un punto de vista canalla”, afirma Sil, “el de la callejera, la chica de barrio conflictivo, la tía dura que ha vivido mucho y que no tiene miedo”.

En su autobiografía, claro, no falta letra: incluso está escribiendo un nuevo stand up donde cuenta sus experiencias de niña como miembro de una secta. Y si bien Sil se para en su yo femenino, nunca se contenta con los asuntos básicos: “yo no hablo de la regla”.

Pallas, por su parte, enfoca sus temas hacia la crítica social: “es una denuncia, pero a la inversa”. Con ironía, pasa por la xenofobia, el machismo, el fútbol y otros temas. “Aunque está ése que nadie puede evadir: las relaciones”.

Hay un punto en el que coinciden y es que, en el show, no se puede pasar por alto el elefante: “Si hay algo que está sucediendo ahí, delante de todos, no puedes no incorporarlo”. Esto pone a prueba su capacidad de improvisación, que ha sido fogueda en varias jam (rueda de comediantes) donde testean sus destrezas para hacer reír.

El humor, dicen los filósofos, es un modo de escapar a la muerte. Un modo bello de autopercepción. Y sí que da para todo. Sil cuenta que un famoso standapero español se despidió con un show de humor negro tremendo sobre su propia enfermedad. En el texto mismo, desde el escenario, contó cómo quería su velorio. “Y así lo fuimos a despedir, con narices de payasos todos”.

La risa, se sabe, cura. Por eso y antes que nada -advierten los dos- primero hay que meterse con uno mismo. Sirve para sacar mucha espesura interna pero no es una herramienta terapéutica solamente, hay que tener algo para decir.

“No me convence la tendencia del ‘looser’ que se expandió en los últimos tiempos. Muchas veces, el actor es un perdedor impostado”, sospecha Sil.

Le agrada -eso sí- incorporar los chistes populares, como ese viejo chiste gallego en que un pescador atrapa una sirena en alta mar y luego la devuelve. "El otro pescador, sorprendido, le pregunta por qué la ha devuelto. Y el primero responde: ¡¿es que por dónde?!"
Canalladas y diablitos

Sil de Castro nació en Valencia en 1983. A los 14 años, empezó a estudiar teatro, específicamente comedia. Pero todo cambió cuando vio, por primera vez, un show de Albert Boira, maestro standapero español. “Lo ví y dije: ‘Yo quiero hacer eso’. Habpia tenido hasta entonces al stund up como una suerte de género menor. Pera esa noche cambió todo”.  Como él mismo dice, “le inoculó el virus del humor”.

Empezó a tomar clases con Boira y reforzó su formación en  interpretación, danza-teatro y clown, lo que le ha permitido trabajar en múltiples formatos escénicos.

A los 20 años se mudó a Barcelona, donde continuó su perfeccionamiento y creó su primera compañía de teatro, Cía. Gocha y Lercha. Con ella, durante ocho años, desarrolló  múltiples proyectos,  en los que la comedia, la interacción con el público, la improvisación y la inmediatez  eran siempre el motor.

Más  adelante se cruzó en su camino Jorge Segura quien, como Albert, le animó a llamar a las puertas de Comedy Central y le acompañó en su proceso hasta el debut en la cadena.

Después de dos años actuando en el circuito nacional de comedia, hace su primera aparición en Comedy Central colaborando como actriz en el programa de sketches “Planes de verano”.

En octubre del 2014 graba su primer monólogo para la cadena titulado “No sois vosotr@s, soy yo”. También presentó en el canal “La noche canalla”.

La experiencia de escribir un texto para televisión fue intensa. “Tenía muy poco tiempo y la presentación era de 15 minutos. Tienes que tener un muy buen ritmo. Los manuales dicen que tienes que tirar un chiste cada 15 segundos”.

Risa del plata

Fernando Pallas nació en Montivideo. Por eso, a pesar de que vive en Rosario desde hace años, le gusta hacer chistes de uruguayos. 
Como actor y dramaturgo debutó en teatro con una obra dramática que le valió recionociemiento pero, desde siempre, quiso hacer humor.

El movimiento de Stand Up en Rosario, dice, solía pasar por 2 o 3 grupos, algunos comediantes y por lugares alternativos. “Cuando ví esto empecé a hacer una movida trayendo docentes, organizando un concurso, conformando y produciendo el grupo La Cachila, un grupo de 8 comediantes que van rotando en cada función”, retoma.

De a poco, los escenarios se empiezan a ampliar y la energía se expande. De hecho, este Mundial  que trae representantes de distintos países, incluido el palestino Daniel Torres Abu Nassar (residente en San Juan),  ya cuenta con el Commedy Central como sponsor. Será una cuestión de tiempo, para que estos shows se instalen en nuestra cartelera anual.

La ficha

Sábado
A las 12 Roberta Castro (La Plata), en Décimo (Garibaldi 7, Piso 10, Ciudad)
A las 22 y a las 23.30 Rodrigo Vázquez Mena (Chile), Fernando Puente (Capital Federal) y Pablo Valenzuela (La Plata), en Cornelius Bar (Arístides 191, Ciudad)
A las 22.30 Roberta Castro (La Plata), en 100+1 (La Barraca, Las Cañas 1833, Guaymallén)
A las 22.30 Pablo Valenzuela (La Plata), en La Comedia Teatro Bar(San Juan 456, Ciudad)
A las 2 Sil de Castro (España) y Roberta Castro (La Plata), en La Reserva (Rivadavia 32, Ciudad)
Lunes 1 de febrero
A las 22 cierre con Roberta Castro (La Plata), en La Fraternidad (España 298, Ciudad)
Entradas $70 y $80, según el día y el lugar

Mapa teatral mendocino

La escena continúa su fiesta

Con total éxito de convocatoria, este fin de semana, la Fiesta Provincial del Teatro transitará sus dos últimas jornadas. Ocho montajes tuvieron su momento en la competencia y hoy, el encuentro continúa a las 20.30, en la Nave Cultural con “Carne Gaucha”, obra dirigida por Jimena Yadala.

Y a las 22, la fiesta se traslada a la Enkosala en Godoy Cruz, donde tendrá función uno de las últimas creaciones de Juan Comotti, “Esperando a Godoy”.

El domingo 31, será la última jornada del encuentro, con dos propuestas para todo público. La obra infantil “Lo que esconden los sombreros” (foto), escrita y dirigida por Gabriela Garro (a las 20.30, en el teatro Independencia).

Y finalizará con una versión del clásico de Arístides Vargas, “La edad de la ciruela (Un drama de estación)”, creado y protagonizado por Micaela Balacco y Antonella Lorenzo; a las 22, en la sala 2 de la Nave Cultural (España y Maza). Las entradas ($50 general), se pueden adquirir en boletería de las salas una hora antes de la función, o bien en el sitio www.teatroenmendoza.com/fiestadelteatro.

Todo queda en familia

Dueño de un carisma único y referente del café concert, Adrián Sorrentino vuelve con “La Cuñada (y mucho más!)”, un unipersonal cargado de humor agudo y el estilo inconfundible del cabaret.

Aquí, el actor y director mendocino, relata las desventuras e infortunios que una mujer sufre a causa de su cuñada. El texto, que formó parte de su espectáculo “Divino diván”, lo remoza con su ingenio y lo acompaña, con clásicos del género.

El canto y el baile, hacen de la propuesta un encuentro entre risas y encanto con la platea, para descubrir un poco más del cabaret. La cita es hoy, a las 22.30, en el Café Soul (Pedro Molina 221). Entrada: $70. Reservas: 425-0578.

Historias conectadas

¿Cómo utilizar el teléfono y sus aplicaciones en el teatro? Diego Flores, Flavio Pichón Villalobos y Nico Nime Martínez del grupo Parados en la Impro, le encontraron la vuelta y el WhatsApp es protagonista en “Clavando el Visto! (Impro & humor)”, su último espectáculo de improvisación.

A través de la virtualidad, los actores y el público irán creando relatos y situaciones, dispuestas a la sorpresa y la diversión. El espectáculo parte del intercambio en línea, con pautas marcadas y de ahí, las situaciones o historias que puede sucederse, a partir de un mensaje o imagen.

Todo dependerá de la conexión y las ganas de divertirse, a través de la improvisación. La función es el domingo 31 de enero, a las 21, en la Nave Universitaria (España y Maza).

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA