Con el objetivo de analizar el impacto del aumento de la tarifa eléctrica durante 2017 para 9.200 productores vitivinícolas con riego agrícola (43 mil hectáreas, un 20% de la superficie con viñedos en Mendoza), la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi) realizó un informe que muestra una gran disparidad según cuenten o no con subsidio.
De acuerdo al estudio, al 24% del padrón -2.200 productores- que tiene compensación en su tarifa por contar con menos de 50 hectáreas cultivadas, durante 2017 se les incrementó la tarifa eléctrica 18%. Sin embargo, al analizar solo desde noviembre a diciembre -considerando la última suba aprobada por el Ministerio de Energía de la Nación-, la energía para estos usuarios aumentó 31%. Cabe indicar que estos regantes en enero no tenían activa la compensación total, por lo tanto en enero pagaron una factura más alta que los siguientes meses, cuando se hizo efectivo el subsidio.
Para el resto, 76% del padrón, un total de 7.000 productores que no gozan del beneficio, el aumento fue mucho mayor: 174%. Pero, al igual que los más beneficiados, también recibieron boletas 31% más caras desde noviembre, luego de la actualización de tarifas post audiencia pública.
Para entenderlo mejor sirve analizar un ejemplo. Un productor no alcanzado por la compensación, que hace un año pagó una factura por un monto de $ 2.396, a fin de año tuvo que afrontar $ 6.565 (con impuestos). Eso significa que pagó 174% más que enero pasado. Pero además, y en base al último aumento de energía dado en diciembre y vigente para enero de 2018 también, estos usuarios registraron un aumento aproximado de 31% para el caso que se analiza de un regante medio.
Sólo unos 2.200 productores cuentan con compensación tarifaria, por tener menos de cincuenta hectáreas cultivadas en la provincia.
Para el caso de los usuarios con compensación, mientras una factura de enero 2017 totalizó $ 1.626, en diciembre último fue de $ 1.913 (con impuestos), 18% más que a inicios de año con subsidio parcial. Así se detalla en el informe, que también da cuenta de una suba de 31% de noviembre a diciembre.
Así, el último incremento repercute tanto en el sector primario como la industria. Como consecuencia, la energía como insumo pasó a representar el 25% de los costos del proceso de elaboración (sin uva).
300% más que en 2016
Para Sebastián Lafalla, presidente de la Cámara de Agricultura, Industria y Comercio de Tupungato y de la Asociación de Viñateros de Mendoza, indudablemente el aumento fue “sustancial” y perjudicó la rentabilidad del negocio. Un análisis elaborado por la Cámara para un productor con más de 50 hectáreas muestra un alza de 300% desde que fue reduciéndose el subsidio en la tarifa en 2016. Así, un productor que pagaba entonces $ 25 mil mensuales por un pozo, pasó a abonar $ 40 mil en 2017. Y con las subas durante el año pasado llegó a enero de 2018 a los $ 100 mil.
Según indicó Lafalla, esto provocó que la tarifa eléctrica pasara a representar el 22% de los costos de producción, cuando en 2016 era del 6%. “Cabe aclarar que esto se analiza en base a 60 hectáreas con riego de pozo optimizado, por ende, riego por goteo”, remarcó.
Asimismo, sentenció el dirigente, “es preocupante ya que estos costos no pueden trasladarse al precio de la uva, y una bodega al vino, ya que nos deja fuera de carrera. Si la inflación no baja y con estos precios congelados e incrementos de costos avizoramos un 2018 muy complicado”.
Aunque en la misma línea, Mario Leiva, de la Sociedad Rural del Valle de Uco, arriesgó un ajuste del 350% en los dos últimos años. E indicó que desde la Cámara han pedido audiencia con el ministro de Agroindustria de la Nación para analizar este tema, “ya que si continuamos con estos valores de tarifa los productores se van a fundir. La electricidad antes representaba 4% de los costos de producción en el peor de los casos, pero ahora ya representa el 22%”.
Paralelamente, Leiva enfatizó la necesidad de que, sobre todo para productores de Valle de Uco donde el uso de bomba de riego es “casi fundamental”, se brinden créditos desde la Nación para hacer una reconversión a energía renovable. Con un costo de instalación para un sistema de energía solar de $ 2 millones en una finca de más de 30 hectáreas, “sin crédito y con tarifa subsidiada no vamos a poder seguir adelante”, concluyó.