El furor por ver y escuchar a Ricky Martin, anoche fue expresado en su máximo volumen. El primer show del boricua en nuestra provincia llenó el Stadium del Arena Maipú de seguidores que, con carteles, vinchas y banderas, le demostraron al artista su amor incondicional.
Para sorpresa de muchos, la velada no empezó con la estrella internacional sino con CNCO, el grupo de músicos bilingües que surgió del reality show llamado "La banda", del que Ricky Martin participó como jurado. Agrupación de la que el artista es mánager.
Luego, sí. A las 21.35 irrumpió en el escenario el cantante que todos fueron a idolatrar. Los músicos comenzaron a enchufar sus instrumentos, los bailarines mostraron sus primeros movimientos y luego aparecieron los pies, la cadera, el torso y la compradora sonrisa de Ricky.
El artista se asomó cuando uno de los cuatro cubos gigantes tecnológicos que adornaban el escenario se levantaba de a poco. Su vestimenta negra (pantalón, remera con flecos y saco) lo hicieron resaltar del fondo colorido de luces en movimiento.
Al ritmo de “Adrenalina”, el boricua hizo delirar, por primera vez en el show, a todos los presentes. Luego de “Muévete duro” y “Tal vez”, el artista saludó a Mendoza y comentó que él vino para pasarla bien y le pidió a los presentes que durante el recital sean ellos mismos. “Espero que disfruten mi música”, remató.
Con una mega puesta tecnológica de pantallas interactivas, decenas de luces robóticas y cubos escenográficos de led, el músico bailó y cantó durante unos minutos más de una hora y media.
En su repertorio mezcló el español y el inglés, sobre todo en “This is good”, “Shake Your Bon-Bon”, “La copa de la vida” y “Livin' la vida loca”. Para esta última utilizó de marco un video de un auto deportivo Ford Mustang, con el que luego apareció sobre el escenario.
Mientras se cambiaba por primera vez el vestuario, los fanáticos mendocinos disfrutaron de un clip que mostró la acción solidaria que realiza la Fundación Ricky Martin. El ambiente estaba calmo y más aún cuando el artista sorprendió con un remerón blanco largo arriba de uno de los cubos. No por nada trasmitía paz con esa elección.
Justamente el puertorriqueño abrió el bloque romántico de la noche: “Asignatura pendiente”, “Disparo al corazón” y “Tu recuerdo” fueron seguidas de un enganchado improvisado de temas del pasado. En algunos momentos, la memoria del cantante le jugó una mala pasada ya que se olvidó partes de las canciones escogidas.
Así pasaron “Te extraño, te olvido, te amo”, “Y todo queda en nada”, “Fuego de noche, nieve de día”, “Eres el amor de mi vida”, “Fuego contra fuego” y “Vuelve”.
Tras un solo de guitarra y batería, Ricky comenzó el final del espectáculo. Con traje y camisa bordó entonó “Adiós” de su último disco “A quien quiera escuchar”.
“¿Qué pasa que nadie baila?” consultó y ya sin saco cantó se sucedieron “María”, “La bomba” y “Por arriba, por abajo”. Con esta última hizo competir a todo el Stadium para ver qué sector movía más sus brazos y se libraba más del “qué dirán”.
Nuevamente de blanco, Ricky Martin hizo vibrar al auditorio con “Pégate” y luego de presentar rápidamente a los ocho bailarines y seis músicos que lo acompañaron durante el recital, se retiró con un “Nos vemos pronto, chau”.
Casi a las 23.10 del viernes y con unas 3.000 personas arengando por “otra más”, el boricua entonó la canción más esperada de toda la noche: “La mordidita”. Y así se fue cantando y desapareciendo de a poco, a medida que el cubo bajaba y lo tapaba. Tal como llegó.
Ficha
Ricky Martin "One World Tour"
Día y hora: viernes 26 de febrero, a las 21.30.
Lugar: Stadium del Arena Maipú
Calificación: Muy bueno