Estas estrellitas de Hollywood, nadando en dólares hasta el día del Juicio Final, no saben cómo “justificar” internamente la obscenidad social, política y económica a la que se prestan. Entonces, como no saben qué hacer, se dedican a practicar ‘giladas’.
Hay una vertiente muy extendida entre estos ricachones que está ligada a la vida sana y la espiritualidad. Entre ellos tenemos a varios que son “budistas”. El ejemplo máximo es Richard Gere, que viaja en jets al Tíbet y se saca fotos con túnicas y al lado del Dalai Lama para luego comerse un caviarcito en la mansión.
Ahora volvió a darnos otra prueba del “budismo deforme” que practican las estrellas. Resulta que hará de homeless (un sin techo) en su próxima película. Y tuvo la ‘genial’ idea que ‘vestirse de indigente’ e instalarse un rato en una vereda de Nueva York como parte de la “preparación” para el personaje. Los peatones no sólo no lo reconocieron sino que tampoco le dieron ni un cobre.
Él, ¡conmocionado!, escribió en su Twitter: “Sentí lo que es ser un hombre sin hogar. La gente pasaba por delante y miraba mi desgracia. Sólo una señora tuvo la amabilidad de darme un poco de comida. Es una experiencia que nunca olvidaré... Si podemos ayudar a alguien, deberíamos hacerlo. Caminé y le di comida y 100 dólares a cada persona sin hogar que me encontré. Lloraron y estaban agradecidos”. Así estamos.