El actor estadounidense Richard Gere llevó hoy víveres al barco de la ONG española Pro Activa Open Arms, en un gesto de solidaridad ante la situación cada vez más difícil en la que se encuentran 121 náufragos rescatados hace ocho días en el Mediterráneo, y que están a la espera de que las autoridades europeas los dejen desembarcar.
"Por fin una pequeña buena noticia. Llegan víveres, y contamos con un compañero de tripulación excepcional", informó la ONG española a través de un video publicado en las redes sociales, en el que se puede ver al actor estadounidense de 69 años subido al Open Arms mientras traslada cajas con provisiones para los náufragos.
Gere arribó esta mañana a la posición en la que se encuentra el Open Arms en medio del Mediterráneo a pocos kilómetros de Lampedusa, en un yate que partió de esta isla italiana con una pancarta en la que se podía leer el lema "No estáis solos".
Acompañado por el fundador de la ONG española, Oscar Camps, el actor distribuyó alimentos a los náufragos y a la tripulación, y dialogó con algunos de los inmigrantes. En uno de los videos se puede ver a Gere mostrándole una foto de su propio hijo y explicándola a un inmigrante que carga un niño que él también es padre.
El gesto de solidaridad del actor llega en medio de la pasividad de los gobiernos europeos frente al drama humanitario constante que se vive a las puertas de Europa ante la continua llegada de inmigrantes y refugiados en embarcaciones precarias que salen de las costas de Libia para cruzar el mar Mediterráneo, una de las rutas migratoria más mortífera del planeta.
La ONG española ya solicitó por escrito a los gobiernos de España, Francia y Alemania que intercedan ante la Comisión Europea para desbloquear la situación en la que se encuentra su barco, que tras ocho días de haber rescatado a más de 100 náufragos frente a las costas de Libia no tiene autorización para desembarcar en ningún puerto de Europa.
Tanto Italia como Malta, los países más cercanos que por derecho internacional tienen la obligación de autorizar el desembarco, se niegan a abrir sus puertos. Esta situación se repite desde el pasado verano, sin que haya una solución común.
A pesar de que la legislación del mar obliga a desembarcar a los náufragos en el "puerto seguro" más cercano, los gobiernos europeos pretenden que los inmigrantes y refugiados sean llevados a Libia, un Estado fallido con el que la UE llegó a acuerdos para que se encargue de cortar el flujo de migrantes, incluso permitiendo que sean detenidos en centros donde son sometidos a torturas y explotación, según numerosas denuncias.
El vicepremier y ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, principal impulsor de la política xenófoba de la UE, aprobó esta semana una ley que endurece las penas, con multas de hasta un millón de euros, para las ONG que realizan labores de rescate.
Salvini ratificó hoy que no dejará entrar a ningún barco en las aguas italianas y dijo que pidió a España oficialmente que se haga cargo del Open Arms.
"La ONG francesa, en un barco vikingo oceánico con bandera noruega, rescata a 80 inmigrantes en aguas libias.
Estoy listo para firmar la prohibición de entrada en aguas italianas. En cambio, hemos escrito al gobierno español para hacerse cargo de los 120 a bordo de Open Arms, una ONG española", escribió Salvini en Twitter.