Ricardo Horacio Dillon pasa en soledad los días de la interminable cuarentena obligatoria como consecuencia de la pandemia de coronavirus que afecta al mundo. Para paliar la melancolía y el desasosiego, el entrenador mendocino que dirige hace casi dos años en el fútbol ecuatoriano, escucha música, mira documentales, estudia fútbol y apela a las famosas videollamadas para acortar la distancia con su esposa Victoria y sus hijos Emiliano, Gonzalo y Valentín, quienes viven en San Juan. "Vivo solo en un departamento, mi señora iba a venir ahora el 27, pero con el cierre de los aeropuertos tuvo que cancelar el vuelo", se lamenta el popular 'Cogote' apenas comienza la charla con Más Deportes.
"Suspendimos los entrenamientos y a cada jugador le dimos un plan de entrenamiento personalizado. Esperemos que esto no se extienda porque va a ser un problema en todos los órdenes. Creo que va a haber un antes y un después del coronavirus porque será imposible que la actividad se reanude con normalidad", explica el DT que aquí en Mendoza dirigió a Independiente Rivadavia (en la B Nacional) y a Gimnasia y Esgrima y a la Asociación Atlético Luján de Cuyo (ambos en el Federal A).
A pesar de que Ecuador tiene el mayor número de contagios y muertos per cápita de covid-19 en América Latina, Dillon acerca un testimonio que trae tranquilidad para sus seres queridos. "Estoy en un lugar alejado de las grandes ciudades, la gente respeta mucho la situación. A veces salgo a comprar a un negocio que está cerca de mi casa y nada más. Hay muy poca circulación en las calles, la mayoría de los locales comerciales están cerrados y la policía es muy estricta y controla que se respete la cuarentena", explica el hombre que como futbolista se inició en Atlético Argentino en el año 1983.
El hecho de estar tanto tiempo en casa le permite al entrenador desarrollarse en otra faceta que muchos desconocían. "Estoy esperando que me llegue una guitarra que compré por Internet, así que aprovecharé para despuntar el vicio", confesó quien en el último verano, cuando vacacionó en San Juan, se animó incluso a grabar un videoclip cantando junto a la banda "La Oveja Negra".
Para comenzar la historia del "Flaco" en el fútbol ecuatoriano hay que remontarse a junio de 2018, cuando el nacido en San José hace 55 años, llegó a Riobamba para dirigir al Centro Deportivo Olmedo, un club histórico que jugó cuatro Copas Libertadores y una Sudamericana y que en 2019 cumplió 100 años. "Lo importante es poder demostrar la capacidad de uno. Estuve a punto de ir a dirigir en Chile, pero no se dio, salió esto de venir a Ecuador y ni lo dudé", afirma luego de explicar que su llegada se dio por recomendación de Sebastián López, un chileno ex compañero suyo.
Cuando Dillon asumió, se encontraba en la B de Ecuador y estaba en el noveno puesto de la tabla, pero de la mano del DT tuvo una remontada tal que terminó logrando el ansiado ascenso al círculo máximo. "Hacía ocho años que el club no podía ascender. Cuando llegué estaba muy lejos de los puestos de clasificación, pero hicimos un campañón, sacamos el 64 por ciento de los puntos y 22 de los últimos 24 en juego". El año pasado, Ricardo dirigió a Olmedo y consiguió que el 'Ciclón' de Riobamba se mantuviera en Primera. "Lo dirigí con el presupuesto más bajo, fue declarado el equipo sorpresa y yo el DT revelación, pero no renové el contrato". ¿Los motivos? Fiel a su temperamento adentro de la cancha, en un partido ante Mushuc Runa justamente, realizó gestos obscenos a los hinchas de Olmedo porque estaban insultando a sus propios jugadores y recibió una sanción de 3 meses sin poder ingresar a los estadios.
La posibilidad de dirigir al Mushuc Runa se dio en enero de este malogrado 2020, una institución con tan solo 17 años de vida y que desde 2007 compite en los torneos organizados por la federación ecuatoriana. "Me sedujo la propuesta porque cuenta con un proyecto ambicioso. Este club tiene un fuerte arraigo por la cultura indígena y el objetivo es promover jugadores de la zona", cuenta el mendocino de nacimiento, pero sanjuanino por adopción.
Formado en el 2003, el equipo que dirige actualmente el “Platini Cuyano” –como lo apodó Fabián Galdi, un ex jefe de Deportes de Los Andes- fue impulsado por la Cooperativa de Ahorro y Crédito Mushuc Runa, una entidad financiera creada por 38 jóvenes indígenas para conseguir los préstamos o el financiamiento que los bancos tradicionales del país no les daban, y de ahí en más no ha parado de crecer. En 2018 logró una histórica clasificación a la Copa Sudamericana y el año pasado se enfrentó a Unión Española de Chile, con el que quedó eliminado por penales.
Dillon reside en el cantón Ambato, una ciudad ubicada al centro de la región interandina de Ecuador, a poco más de dos horas (en vehículo) de Quito, la capital ecuatoriana, y a cinco horas de Guayaquil, la segunda ciudad en importancia del país. El sábado 14 de marzo pasado dirigió el último encuentro de su equipo, que venció 2 a 0 al Macará de Loja. Al igual que aquí en Argentina, el partido se jugó a puertas cerradas y unas horas después la Federación Ecuatoriana decidió suspender el fútbol hasta nuevo aviso, algo que sucedió en casi todo el mundo. En el presente torneo, el Mushuc Runa se encuentra octavo en la tabla de posiciones, producto de un triunfo, dos empates y dos derrotas.
El equipo se hace fuerte de local y aprovecha los más de tres mil metros de altitud sobre el nivel del mar del Estadio Echaleche (nombre de la comunidad indígena que representa), que fue inaugurado en noviembre de 2018. "La cancha está en el medio de un cerro, es impresionante la geografía del lugar. ¿Si tiene mucha convocatoria? Depende de la actualidad del equipo, pero van un promedio de dos mil personas", explica Dillon, quien se explaya sobre la actualidad del equipo: "Vamos bien, recién llevamos cinco fechas y estamos a seis puntos del puntero (Técnico Universitario) que un par de fechas atrás nos empató 1-1 en tiempo de descuento. Apuntamos a ser protagonistas, me gusta trabajar en lo defensivo y adaptarme a los jugadores que tengo. En el Mushuc Runa tenemos un presupuesto de 2 millones, muy por debajo de los 15 o 20 millones con los que cuentan clubes de la talla de Emelec, Barcelona y Liga de Quito", aporta el DT que sueña con algún día poder dirigir a la Academia de San José.
En el plantel del "Ponchito", como lo apodan al Mushuc Runa, Dillon cuenta con varios futbolistas argentinos, entre los que se destacan Iván Brun (arquero de 36 años al que supo dirigir en Sportivo Desamparados y también en Olmedo) y Horacio Orzán (volante mixto que fue campeón con Newell's del Torneo Final 2013 y con pasos por Tigre y Sarmiento de Resistencia). El defensor rosarino Leonardo Incorvaia y los delanteros Franco Faría (ex Unión) y Muriel Orlando (ex Huracán) concluyen el cuadro de compatriotas. El cuerpo técnico de Ricardo Horacio Dillon se completa con su asistente Ivan Endre, el preparador físico Fabián Venegas -ambos chilenos- y el entrenador de arqueros ecuatoriano, George Zamora.
En Ecuador lo contrató CFACDARE (Curso de Formación Abierta para el Entrenamiento Deportivo y Dirección Técnica de Fútbol), un centro de capacitación deportiva de alto rendimiento para dar clases mensuales semipresenciales y a distancia (vía online). "Aprovecho para preparar los Power Point donde doy táctica, estrategia y también coaching", manifestó.
“Merezco una chance en Godoy Cruz”
Si bien el apellido Dillon está íntimamente ligado como jugador a San Martín de San Juan, donde tuvo cuatro largas etapas y es ídolo, y como entrenador a Sportivo Desamparados de la vecina provincia, con el que consiguió dos ascensos (primero al ex Argentino A, en 2004 y luego al Torneo Federal A, en 2016), el DT admite que "nadie es profeta en su tierra" cuando se lo consulta por qué los técnicos mendocinos –excepto su amigo Daniel Oldrá- no han tenido chances de dirigir en Primera división de AFA. "Jugué al fútbol en cuatro países diferentes y dirigí en siete provincias de Argentina y te puedo asegurar que en casi todos los lugares es así, se piensa que lo de afuera es mejor". Y va más allá: "Yo siempre he creído que merezco una chance de dirigir a Godoy Cruz o a San Martín de San Juan". Además, Dillon contó que un par de veces estuvo cerca de ser DT del Tomba cuando estaba en la B Nacional. "Me llamó el Gato (Oldrá), pero yo estaba jugando semifinales con Sportivo, no pude ir y fue (Pedro) Troglio. Y después que se fue, me volvió a llamar, pero otra vez estaba en plena competencia con el Puyutano y no se pudo dar", concluyó.