“El Mundial de 1986 fue el máximo título que obtuve en mi carrera. A pesar de que no logré la participación que tuve en los títulos que logramos con Independiente, la alegría que yo viví cuando llegamos a Argentina a partir de que aterrizamos en el Aeropuerto, todo lo que recorrimos desde Ezeiza hasta la Casa Rosada, donde nos esperaba Alfonsín, fue increíble. Fueron cuadras y cuadras llenas de gente. Lo que vivió el país con ese título fue algo inolvidable y distinto porque no es lo mimo que festejar un título con tu club. Acá festejaba todo el país”.
-¿Es verdad que cuando entró por Burruchaga en aquel partido de Semifinales contra Bélgica, Maradona le dijo: 'pase, Maestro, lo estábamos esperando?
-Eso es algo que quedó instalado en la historia del fútbol argentino. Lo escuché a Diego (Maradona) decirlo muchas veces pero yo estaba tan concentrado en entrar y jugar esos últimos minutos que realmente no me acuerdo. Estaba un poco lejos de Diego y cuando entré él estaba en la otra parte de la cancha.
-Lo maravilloso fue que se buscaron mutuamente…
-El partido estaba lindo para jugar, 2-0 arriba y me sentía 10 puntos; en las prácticas andaba una barbaridad y sabía interiormente que, si entraba, podía rendir bien. La verdad es que me hubiera gustado jugar un poco más de tiempo porque haber jugado con Maradona en ese Mundial, fue lo máximo.
Diego era el mejor jugador del mundo y se hacía mucho más fácil. De hecho, entré, tiramos unas lindas paredes y pensé que en la final repetía, pero ni siquiera fui al banco. Ahí sí me fastidié.
-¿Quedó resentimiento con Bilardo?
- Para nada, estamos bien. El cortocircuito fue en su primera convocatoria, porque en 1983 yo anduve muy bien, me dieron el Olimpia, y él no me convocó; recién lo hizo para la gira de 1984 por Europa, y yo estaba medio enojado por eso. Carlos (Bilardo) decía que no iba a llegar al Mundial porque estaba grande, pero también citaba a Morete, Trossero, Marangoni, Sabella, todos de mi edad. Después me citó y acepté, porque la verdad es que uno puede tener problemas con un técnico, con un compañero o lo que sea, pero la Selección está por arriba de cualquier cosa.
Eso es cierto, por lo menos para mi manera de pensar.
-¿Al Mundial lo llevó por la presión de la gente y de Grondona?
-Un poco por la presión de la gente y del periodismo, porque estaba jugando muy bien. También porque en esa gira de 1984, en la que casi le hago un gol de media cancha a Alemania, tuve muy buenos partidos y Bilardo se convenció de que podía jugar tranquilamente.
Era una alternativa más: estaban Borghi, Tapia y Trobbiani para el puesto; Carlos había dicho que se iba a necesitar tener la pelota por la altura del DF y por eso llevó a varios jugadores de esas características.
-A la vuelta de México dijo que no se sentía campeón del mundo. ¿Se arrepintió después?
-Jorge Barraza, un periodista amigo que estaba en El Gráfico, me preguntó eso y yo le contesté que en los campeonatos que había ganado con Independiente jugaba de titular, metía goles, generaba otros y me sentía muy protagonista; en cambio, en el Mundial sólo había jugado unos minutos y por eso no lo sentía tanto. Creo que se interpretó mal.
-Entonces, ¿se siente campeón del mundo?
-Sí, porque tengo la medalla y porque a pesar de haber jugado sólo seis minutos con Bélgica estuve en buena parte del proceso previo, igual que para 1978 con Menotti, con el que estuve tres años y me faltó un poquito para estar en la lista definitiva. Creo que tendría que haber estado más en 1978 que en 1986.
-El grupo del 86 ¿estaba peleado antes de viajar al Mundial?
-Había dos bandos: los más afines a Bilardo y los seguidores de Menotti, pero no estábamos peleados. El grupo se terminó armando en México con reuniones, porque había jugadores de mucha personalidad. Lo que vos tenés que hacer es juntar tipos ganadores. Ahí todos habíamos ganado cosas y además teníamos sacrificio y humildad.
-¿Es cierto que hizo un gol igual al de Diego a los ingleses?
-Bastante parecido: fue a Peñarol, por la Libertadores de 1976, en cancha de Independiente: eludí a 6 ó 7, creo que arranqué de más lejos que Diego.
-¿Maradona o Messi?
-Para mí Maradona es el primero y después viene Messi porque uno vivió esa época del fútbol, que para mí era mucho más difícil jugar porque había defensores más duros, se pegaba mucho más y los árbitros lo dejaban. Hoy los defensores marcan menos. Antes había jugadores muy despiertos, muy vivos y sabían marcar. Para mí era mucho más difícil jugar.