Todo pueblo tiene su residente memorioso, y en el caso de Alto de Olvido o Salvatierra, ese papel lo asume con holgura Vicente Germán "el Negro" Reynoso (83).
Este hombre es testigo de un pueblo muchísimo más solitario y descampado, de grandes potreros donde se cultivaba cebada y trigo, y al que se llegaba de la villa a través de una huella. También evocó la bodega de vino casero de Ernesto Rubilar, junto al arroyo, y de la que quedan restos de los piletones.
Operario de Vialidad provincial durante 35 años, fue jugador de fútbol en sus mocedades, vistiendo varias casacas: Cicles Club Lavalle, Maipú, Barrancas Furlotti y Universidad de Chile.
Como homenaje a las familias del pueblo, don Vicente nombró los apellidos que remiten a gente con pertenencia y arraigo, como Romero, Palacio, Margaretaz, Chacón, Mauna, Nievas y ... por supuesto los Brizuela.