Ya es una sana y buena costumbre de fin de año. Desde hace cinco años, Facundo Aguilera pone alma y corazón por los más necesitados.
En silencio, pero haciendo el ruido suficiente para que más gente se sume a la causa, ilumina una cara triste.
Hoy es la fecha para que ellos, los niños que están en el hospital Perrupato, tengan un motivo para sonreír y sentir el cariño de todos. En Navidad y lejos de casa.
Con el cariño a flor de piel de los que estuvieron presentes con un juguete, y de aquellos que lo donaron con absoluta solidaridad y están en el anonimato.
Claro que Facu no está solo; su hermano Tato (periodista de TyC Sports) le da una mano gigante para que la ayuda tome una dimensión de valores insospechados de tanto corazón caritativo.
Apenas bastó un llamado para que dejaran unas horas de sus vacaciones y se pusieran al frente de la misión en la mañana del Este.
Así Peluche Cáceres se bajó de su auto y no paró de cargar bolsas, de ir y venir con los regalos. El campeón de TC2000 fue uno de los primeros en llegar a la cita.
Franco Di Santo no gritó goles, pero estaba feliz de ayudar y se puso a disposición para que le dibujaran un corazón en cada mejilla. Y sí. El delantero esta vez estuvo pintado.
Los pibes no paran y andan a mil por hora, pero ponen el freno cuando deben sentarse para que las chicas hagan su trabajo con las pinturas. Julián Santero y Berni Llaver ya conocen de esta movida porque acompañan a Facundo desde un principio.
“Es importante ayudar a la gente desde nuestro lugar. Sin dudas que es duro ver a los chicos que no pueden festejar como hace la mayoría. Nos conformamos con sacarle una sonrisa. Hay que seguir creciendo”, explica emocionado Berni.
Es así. Lo más duro es la parte oncológica. Y más de uno se estremece cuando se cruza una puerta que pesa toneladas.
También conmueve Mario Gutiérrez (maratonista que corre en silla de ruedas) que deja atrás cualquier dificultad y da un mensaje de superación a esos chicos que miran desde sus camas.
Fuimos testigos privilegiados de una jornada inolvidable. Pero ellos, sólo ellos son los verdaderos hacedores de tanto amor. Sólo ellos pueden sacar lo mejor de la vida: la sonrisa de un niño.
Los crack dieron el sí
Franco Di Santo (Jugador de Schalke 04 - Alemania).
José San Román (Jugador de Huracán de Parque Patricios).
Emmanuel Cáceres Piloto Campeón TC2000 Honda Civic - Equipo PSG16 Team).
Julián Santero (Piloto Oficial Peugeot TN - Campeón del TC Mouras Chevrolet).
Berni Llaver (Piloto TC Pista)
Cristian Navarro (Árbitro Asistente Internacional).
Victoria Elvira (Patinadora).
Leandro Núñez (Jugador de Rugby de Tacurú).
Mario Gutiérrez (Maratonista con Discapacidad).
Una mañana a puras sonrisas
Papá Noel con calor. El papá Noel que estuvo junto a los deportistas se llevó todas las cargadas. Es que el intenso calor hizo que pasara una mañana “complicada”. Debe estar deshidratado, necesita un poco de agua. Bajó varios kilos”, acotó entre risas Berni Llaver.
San Román lo descubrió. Un niño que ya había recibido en una parte del recorrido, apareció más adelante pidiendo otro juguete. Pepe san Román y Franco Di Santo estaban atentos: “Vos otra vez, ya te dimos”, exclamaron ambos entre las carcajadas de todos. “Es para mi hermano fue la respuesta...”. Y sí, al final tuvo recompensa.
Ganó el auto de Santero. Uno de los chicos fue abordado por Julián Santero y Franco Di Santo. El piloto campeón le dio una pelota y el goleador que juega en Alemania, un auto. “El niño agarró el auto...jaja”, le contó a todos Julián.
Jueguitos con Franco. El delantero del Schalke 04, en medio del pasillo, se puso a hacer jueguitos con uno de los chicos. Un toque para acá, otro para allá. “Y sí, es más habilidoso que yo”, marcó el atacante.
