El polémico ítem aula pasó por el primer ajuste para contemplar la variada realidad de los 50 mil docentes que trabajan en los distintos niveles (primario, secundario y terciario) que dependen de la Dirección General de Escuelas.
Después de la aprobación legislativa en marzo del decreto 228/16 que puso fin a la paritaria docente y estableció el ítem aula, ayer el titular de la DGE, Jaime Correas, envió un decreto gubernamental a la Legislatura para que a partir de este mes 3.500 docentes en cambio de funciones comiencen a percibir el adicional.
El decreto -que todavía no está aprobado (se espera que sea homologado en la próxima sesión)- le permitirá cobrar el ítem aula a los maestros que quedaron afuera del aumento en marzo.
“Ahora esto nos da la posibilidad de algo que esa ley no contemplaba que quede contemplado. Son 3.500 personas que se han revaluado”, dijo Correas en la puerta de la Legislatura.
En mayo, el gobernador Alfredo Cornejo había convocado a los profesores en cambios de funciones (como una maestra que por sufrir problemas en las cuerdas vocales trabaja en la biblioteca para preservar su salud) a llenar una declaración jurada en la que debían detallar lugar de trabajo y tareas asignadas.
A partir de ese momento, comenzó una ardua tarea administrativa en la que se compararon los datos cargados en el sistema con los declarados por los maestros.
En el camino de actualización de la base de información se encontraron 300 casos que ni siquiera tenían expediente, 1.200 que pasaron a una revisión médica y 44 que Salud Laboral determinó que debían volver a dar clases.
Finalmente, desde la DGE anunciaron que 3.500 docentes cobrarán con el sueldo de agosto el ítem aula. Cabe aclarar que la medida no es retroactiva.
El decreto también establece que cobrarán el ítem los profesores y maestros con licencia por enfermedades terminales. “Hay una ley que contempla lo nuevo. Incluye las enfermedades terminales, en los casos que se detectaron se empezó a pagar el ítem aula. En esta ampliación de la ley se los contempla”, aclaró Correas.
Por otra parte, en enero también se comenzaron a revisar las misiones especiales de 2.500 docentes. Después de ver caso por caso, la DGE dispuso que solamente 400 continúen fuera del aula; el resto volvió a dar clases.
