La Corte provincial deberá intervenir nuevamente en el polémico caso de los periodistas del Canal 7 que fueron golpeados y privados de su libertad cuando cubrían una nota sobre explotación laboral en una finca de Los Corralitos.
Por este caso la Tercera Cámara del Crimen condenó a Horacio y Antonio Isgró (padre e hijo), los productores agrícolas que agredieron a los trabajadores de prensa, pero ahora el fiscal de Cámara Alejandro Iturbide casó la sentencia, mostrándose en desacuerdo con el fallo de los jueces Laura Guajardo, Horacio Báez y Jorge Coussirat.
El año pasado, la Corte ya había intervenido en este asunto, que en el fondo atenta contra la libertad de prensa. El máximo tribunal ordenó que se hiciera un debate oral y público luego de que la misma cámara, con otros jueces, desestimara un acuerdo por el cual el juicio no se iba a realizar y el periodista Julián Chabert y el camarógrafo Raúl Salazar iban a recibir a cambio 70.000 pesos cada uno, la mitad de lo que se llevó luego el Canal 7.
En abril pasado los empresarios agrícolas comenzaron a ser juzgados por privación ilegítima de la libertad y robo agravado por uso de arma, delitos que tienen penas de cárcel efectiva que van de los 6 a los 20 años de cárcel.
Pero al final del debate, los jueces cambiaron la calificación: a Horacio lo condenaron a 3 años en suspenso por privación de la libertad y robo con arma no apta para el disparo y a su hijo, a un año por privación de la libertad y robo simple.
Durante los alegatos, Iturbide había solicitado para Horacio Isgró 6 años y 8 meses por robo agravado por uso de arma apta y 5 para Antonio.
¿Y las armas?
Según la presentación del fiscal, los jueces optaron por poner penas en suspenso y luego interpretaron las pruebas en contra y no al revés, como el acusador cree debe hacerse.
Además consideró que en este caso la Justicia falló de distinta forma que la que hubiera utilizado si los imputados fueran gente sin poder económico.
Técnicamente, el planteo de Iturbide se basa en las armas utilizadas por los condenados. Las víctimas y un testigo dijeron que Horacio tenía una pistola y el hijo una barreta. Para los jueces sólo existió un arma cuya aptitud para el disparo no se conoce.
Frente a esto Iturbide sostiene que los disparos quedaron registrados en un audio del 911,y las víctimas también los escucharon e, incluso, la cámara fue dañada por un plomo.
Chabert declaró que fue golpeado con una barreta, incluso las lesiones fueron constatadas por el forense. En cambio, en el fallo no se habla de esta arma considerada impropia.
Por último, el fiscal sostiene que los dos condenados participaron del mismo delito y, por lo tanto, ambos deberían haber sido condenados con las mismas calificaciones jurídicas.
Un caso violento
El 29 de diciembre de 2011, Chabert y Zalazar fueron a la finca de los Isgró, ubicada en callejón Carrasco y Ruta 20 de Los Corralitos, buscando a unos inspectores de la Subsecretaría de Trabajo. Mientras entrevistaban a una mujer, llegó Isgró con un arma y amenazó e insultó a los trabajadores de prensa.
Chabert llamó al 911 y entonces Isgró le quitó el teléfono, aunque la llamada no se cortó por lo que los policías escucharon y grabaron la conversación.
Luego, Isgró y su hijo, que apareció en ese momento, llevaron a los periodistas a una vivienda donde vivían los trabajadores y allí los encerraron junto a la mujer entrevistada y los obligaron a que se desnudaran, los golpearon y les quitaron la cámara y los celulares.
Los periodistas se salvaron de vivir una situación más grave porque llegó la Policía y los socorrió.