Los simpatizantes argentinos que lograron conseguir entradas en la reventa para la final del Mundial a menos de 4.000 dólares son considerados como "héroes" por sus compatriotas, que a menos de tres horas del partido se desesperan por adquirir un ticket.
Por toda la ciudad de Río de Janeiro la pregunta típica es "dónde se pueden conseguir las localidades" para poder vivir in situ la definición entre Argentina y Alemania en el estadio Maracaná, pero son pocas las respuestas positivas.
Y sobre todo, la decepción llega al conocerse que los valores de esas pocas entradas disponibles rondan por encima de los 5.000 dólares y en muchos casos hasta más caras por tratarse de una ubicación especial.
Por tal motivo, cualquier fanático `albiceleste` que logra hacerse de un ticket por debajo de ese dinero recibe la admiración y la envidia por parte de sus compatriotas, aunque el temor de que no sean originales también siempre existe.
"Hay unos que consiguieron acá a unas cuadras entradas a 3.500 dólares. Si no son falsas es un golazo", manifestó a Télam Matías Ramírez, un rosarino que estaba junto a tres amigos en la estación de subte Maracaná, en la búsqueda desesperada de tickets.
"Nos vamos a quedar hasta una hora antes del partido, ya estamos un poco resignados. No hay muchas y las pocas que vimos están `saladas`. Lo que pasa que éstos (Ndr: señalando a unos alemanes) te ponen la vara muy alta. Me parece que vamos a terminar en el Fan Fest", agregó el simpatizante con cara pintada celeste y blanca.
A diferencia de otros partidos, en especial del debut de Argentina en el Maracaná ante Bosnia el mes pasado, los efectivos de seguridad no permiten a los simpatizantes cruzar el límite de la estación si no muestran su ticket correspondiente del partido.
Por lo tanto, en los andenes y las escaleras mecánicas, deambulan gran cantidad de germanos y argentinos hasta con carteles a la búsqueda desesperada de una entrada, que ya a estas horas escasean para seguir las alternativas de la final, que comenzará a las 16.