El misterio en torno a las pequeñas criaturas marinas que habían causado una fuerte hemorragia a un adolescente
australiano fue resuelto por la bióloga marina Genefor Walker-Smith, que identificó hoy a los animales como anfípodos, una familia de
crustáceos.
Normalmente, estos animales se comen peces o aves marinas muertos. "En realidad, no atacan a las personas, esto ha sido una casualidad", afirmó la bióloga marina.
Walker-Smith explicó la fuerte hemorragia que sufrió Sam Kanizay, de 16 años, por el hecho de que estuvo media hora de pie en agua fría.
Debido a la baja temperatura del mar, seguramente no sintió las mordeduras, cuando "normalmente uno las percibe y ahuyenta a los
animales", aseguró al canal ABC.
Kanizay fue llevado al hospital con numerosas heridas en los pies y los médicos tardaron horas en poder parar la hemorragia.
Los anfípodos, también llamados pulgas o piojos de mar, miden entre seis y 13 milímetros. Walker-Smith cree que el joven pudo estar cerca de un animal muerto y que los anfípodos lo atacaron por eso. "Estuvo mucho tiempo quieto en aguas frías. Eso les dio tiempo a morderlo". El menor creía tener arena en las piernas y no fue hasta que se sacudió la supuesta arena que descubrió que sangraba.
En opinión de la bióloga, no hay motivos para tener miedo por estos animales. Walker-Smith elogió el importante papel que tienen en el
ecosistema marino. "Si no existieran, el mar estaría lleno de peces y pájaros muertos. Forman parte de la cadena alimentaria, de la cadena
de la vida".
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