Luis Fermosel - la.fermosel@gmail.com
La industria atraviesa por un momento difícil. Hay escasez de vino, suben los precios y los empresarios se las ven en figurillas para poder abastecer los mercados. Para colmo de males, la helada de días pasados puede haber causado daños a la próxima cosecha, pero esos resultados se conocerán mucho más adelante.
Mientras tanto, la casi totalidad de la industria, salvo algunas excepciones, participó de una reunión con el ministro de Agricultura y Ganadería de la Nación, Ricardo Buryaile, y posteriormente con diputados nacionales y, al decir de los propios asistentes, el resultado fue positivo.
Yendo por partes debemos comenzar señalando lo que sucede actualmente en la industria. “No hay vino y recién llevamos 3 de los 9 meses que tenemos que transitar hasta la próxima liberación”, dijo muy preocupado Juan Carlos Pina, de Bodegas de Argentina, quien señaló que el aumento de precios en el vino puede terminar con la pérdida de consumidores.
En ese mismo esquema coincide Sergio Villanueva, de la Unión Vitivinícola Argentina, quien destacó que el problema no sólo se plantea para el mercado interno, en su lucha contra otras bebidas, como la cerveza, sino en el externo, donde se puede llegar a perder competitividad.
A pesar de que ninguno de los dirigentes quiere reconocer la situación, algunos productores destacaron que lo que sucede actualmente es el resultado de políticas erróneas implementadas por algunas empresas, que en las épocas de fuerte producción mantienen precios que apenas alcanzan a los productores para cubrir los gastos y luego deben ir a buscarlos para que les aseguren la uva, como sucede actualmente. “Eso no les pasaba a los viejos bodegueros”, dijo sobre el tema un productor del Valle de Uco.
Reuniones
Lo que sí dejó mucha tela para cortar fue la actividad desarrollada por la industria, funcionarios provinciales y legisladores nacionales en la Capital Federal. El ministro de Economía, Enrique Vaquié, consiguió una audiencia con el titular nacional de la cartera de Agricultura y Ganadería, Ricardo Buryaile.
Para lograrla, el mendocino recurrió a una antigua amistad que sembró con su par nacional cuando eran diputados nacionales. Lo cierto es que a la reunión concurrieron “todos” al decir de uno de los dirigentes, incluyendo la casi totalidad de los legisladores nacionales, aunque con la ausencia de diputados y senadores provinciales.
Hubo un trabajo previo, estableciendo un temario específico, lo que permitió una reunión sin mayores sobresaltos.
Hubo un avance fundamental en el tema de la lucha contra la polilla de la vid, en razón de que el ministro nacional se comprometió a adelantar el pago de 22 millones de dólares, previstos para el presupuesto 2017, a los efectos de que los productores puedan iniciar ahora la lucha utilizando feromonas.
Se indicó sobre el particular que con ese dinero se podrán cubrir las 130 mil hectáreas afectadas, pero también se indicó que hace falta una campaña de información y de concientización previa, a los efectos de evitar que los productores utilicen insecticidas que puedan llegar a generar problemas después con los caldos. Se indicó en este aspecto que Estados Unidos se había fijado un plazo de 4 años para erradicar la polilla con la utilización de feromonas y que a los dos años la plaga había desaparecido.
También se abordó el tema de los espumantes, aunque en este caso se indicó que es un aspecto que está siendo debatido en el Congreso de la Nación. De todos modos, Buryaile dejó tranquilos a los industriales al desmentir “tajantemente” la posibilidad de establecer algún tipo de impuesto al vino, como había trascendido. El caso de la edulcoración de gaseosas con jugos naturales, también tiene tratamiento legislativo, donde hay varios proyectos en consideración, tanto en diputados como en senadores.
El diálogo se derivó hacia la competitividad, recordando los industriales que en la Argentina el costo del flete es 6 veces más caro que en Chile, mientras es superior en cuatro veces en el caso de los créditos bancarios. Se planteó la posibilidad de que se estudie una moratoria para poder pagar a la AFIP la corresponsabilidad gremial y realizar un estudio sobre la tarifa eléctrica, en razón de que casi un 50 por ciento de los pozos están parados porque los productores no pueden hacer frente al pago de la electricidad.
Por parte de las entidades sindicales, se le solicitó al ministro la posibilidad de que se fije en 57 años la edad para la jubilación de los obreros de viñas y de cosechadores, para equipararlas a las que se han fijado para los obreros rurales a nivel nacional.
Ese mismo temario fue abordado posteriormente en la Cámara de Diputados de la Nación, en una reunión presidida por el titular del cuerpo, Emilio Monzó y a la que asistieron legisladores nacionales de todos los partidos y de diferentes provincias.
En general hubo optimismo respecto de los resultados, esencialmente “porque fuimos escuchados en los máximos niveles de decisión.
Esto demuestra que cuando Mendoza trabaja formalmente se logran los objetivos. Tenemos que comprender que en lugar de buscar culpables de lo que está sucediendo, lo que hay que hacer es participar de las mesas y buscar soluciones en conjunto”, dijo uno de los asistentes.
Más allá de las reuniones nacionales, cabría destacar el desarrollo del XI Foro Internacional Vitivinícola, organizado por Bodegas de Argentina y la adhesión formal de la Universidad Nacional de Cuyo.
Tuvo una participación de más de 450 asistentes y las exposiciones incluyeron temas tales como los principales desafíos de la industria en los próximos años, el contexto económico a corto y largo plazos, la rentabilidad, la innovación, el posicionamiento internacional de los vinos, las tendencias de los consumidores y casos exitosos en otros países. “El análisis tuvo como principal objetivo ayudar a los ejecutivos de la industria a tomar decisiones cruciales para el éxito del negocio en los próximos años”, se indicó.