¿Cuantificable? Al final del día, hasta el mismo Sisa se sorprendería con el entusiasmo que demostraron los seiscientos amantes del ajedrez. Ayer, en el Auditorio Angel Bustelo, provenientes de distintas escuelas primarias de todo el país, se celebró la apertura del 12° Torneo Nacional de Ajedrez Educativo. Evento que finalizará hoy por la mañana.
Mientras que en las mesas, las manos de los pequeños se levantaban señalando el final de cada partida, los equipos de las 202 escuelas participantes batallaban (en este campo ficcional de cuadritos blancos y negros), por demostrar el arduo trabajo realizado durante el último año.
El triunfo o la derrota, en esta simulación comandada por pequeños generales, fue la excusa para compartir -desde la pasión- un momento inigualable, A excepción de Jujuy, cada una de las provincias contaban con sus protagonistas. Mendoza, por la mañana, había sorprendido a todos con una serie de simultáneas en la explanada de Casa de Gobierno.
Fueron los mil tableros, dispuestos para entablar un diálogo con lo lúdico, en el que 2000 mendocinos saludaban antes de dar señal de “jaque mate” a sus visitantes. Ángel Villanueva, Coordinador del Programa provincial de Ajedrez Educativo, señaló: “Este es el segundo año que este torneo se realiza en Mendoza. Aquí 70 escuelas primarias participan del programa, tomando el ajedrez como una herramienta pedagógica. Pero el ajedrez está instalado en todos los niveles de enseñanza”.
Este Licenciado en Ciencias Políticas, que descubrió dando clases de Historia el impacto de este juego entre sus alumnos, no logra ocultar su emociones.El jugador familiar, observa como seiscientos niños se debaten al mismo tiempo, en el mismo lugar, bañados por un silencio profundo...
Un lugar especial ocupaban, tanto en el salón como en el corazón de los espectadores, los jugadores ciegos. Por Mendoza, los integrantes del equipo Hellen Keller se expresaban sobre el tablero con una maestría absoluta, sólo comparable con la libertad.
Gabriel Frías (de 11 años), hace instantes terminó su partida. El ajedrecista de de la Escuela Independencia Nacional, de Salta, destacó: “Me gusta el ajedrez, me da paciencia y tranquilidad. Me permite compartir con mis amigos”.
